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el hacer experiencia, algo se revela, algo se nos muestra, algo (un sentido recreado) estalla delante de nosotros”. 1
A su vez, la relatoría es una instancia que colabora con forjar la idea de que las experiencias con sus aciertos y sus complicaciones, no tienen que tener como destino la soledad de un aula. Al producir estos encuentros celebramos lo valioso de su socialización. “En este sentido, cabe recordar que nadie aprende ni piensa en soledad, sino que lo hace con la mediación de otros, sean docentes, el grupo de pares o las herramientas culturales expuestas en libros, documentos y artículos. El aprendizaje, la formación y la misma reflexión constituyen procesos sociales, y no meramente individuales” ( Davini).2
Al finalizar la cursada, se organiza el encuentro entre estudiantes y profesores que han transitado algún taller de prácticas en el cuatrimestre.
Se les ofrece un tiempo limitado para que, en forma individual, parejas o grupos (como lo definan ellos) expongan algo de lo vivido en las instituciones. Estas exposiciones van tomando forma de conversación y se van cruzando con preguntas, inquietudes, sugerencias y reflexiones de los oyentes. Los profesores cumplen el rol de acompañantes tanto en el proceso previo de preparación como también durante la exposición. Los protagonistas son los/as practicantes, sus voces, miradas e ideas.
Se espera que lo revelador de la experiencia formativa sea construido en función de un trabajo también reflexivo. En este sentido, es necesario atravesar y traspasar los relatos anecdóticos y particulares. La experiencia nos ha demostrado que es preciso que los docentes ayudemos a extraer fragmentos que puedan guardar interés para la comunidad de estudiantes y docentes. Que alentemos la búsqueda y construcción de conocimiento a partir de una buena pregunta, una buena observación. A los docentes se nos plantea el desafío de acompañar esta búsqueda sin condicionar el armado del relato. Lo que es significativo para nosotros no tiene por qué coincidir con lo que es significativo para los estudiantes.
Las experiencias seleccionadas por los/as estudiantes, al ser formalizadas para ser transmitidas, requieren de un trabajo de elaboración y de enunciación personal. Dicho trabajo tiene dos momentos: el de la escritura y el de la lectura al colectivo interesado.
DINÁMICA DE LOS ENCUENTROS
Por Valeria Feder y Paula Roffo