Por Ernesto Ayzenberg
Estudiante del Profesorado de Educación Primaria.
En mi formación personal, desde hace varios años, estoy en contacto con el juego. El primer acercamiento, como adulto, fue en un taller de Clown donde el juego es una clave que abre a mundos imaginarios infinitos, vivenciados a través del cuerpo y las emociones que se comparten con un otrx (en este caso el público). En este espacio, descubrí un valor del juego que tiene que ver con la exploración de nuestro cuerpo en el espacio, el vértigo de no saber qué puede pasar, las formas en que nos relacionamos con los otrxs, la confianza, la aceptación, el lugar que le damos a las emociones, la conciencia del cuerpo en el espacio, el estar conectado con el aquí y ahora, la conciencia de grupo.
Creo que quizá tenía una concepción o una educación del juego como una competencia. Lamentablemente, este es el valor que muchas veces nos transmiten desde la escuela o a través de los deportes que estamos acostumbrados a ver.
Afortunadamente, en el Profesorado de Educación Primaria del Normal 7 se abrieron nuevas puertas. Pude entender que el juego podía estar presente en la escuela, siendo parte de un proyecto institucional sostenido a lo largo del tiempo. Los alumnos de 1° y 2° grado, cuentan con un proyecto de Juegoteca, coordinada por la Profesora Patricia Frontini. Se propone jugar en un espacio planificado previamente, donde se brinda al juego el valor y la reflexión que se merece desde un posicionamiento que comparto.
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Por Carolina Luzuriaga
UNA PREGUNTA-DESAFÍO-INVITACIÓN
¿Te sentís preparadx para generar experiencias lúdicas con tus futurxs estudiantes en la escuela? La escribimos para convidar en nuestra jornada de juego. La dejamos abierta a propósito. Una pregunta-desafío-invitación para seguir pensando. Para reivindicar la importancia de favorecer experiencias lúdicas, con niñxs y adultxs, en el profesorado y en las aulas y patios de las escuelas.
EL DESAFÍO DE CREAR UN PROYECTO DE JUEGO EN LA ESCUELA PRIMARIA