“Yo: ¿O sea, que si le favorece a él, le cambia la percepción de la justicia?
José: Y sí, siempre. O sea, al menos busca una manera de hacer que sea justo para él.”
“Yo: ¿Pero te parece que son reglas que tienen sentido?
José: No, porque…a ver, depende para qué porque si el chico se va a jugar, o a perder tiempo, ahí sí, no me parece mal. Tendría que haber inspecciones en algunas.”
“Yo: Claro. Vos me habías dicho que te había parecido injusto que te sacaran la pelota. ¿Qué es lo que lo hace una situación injusta?
José: Que no hiciste nada que haga que te saquen la pelota y te la sacan igual.”
Podemos pensar que a medida que los niños van logrando una mayor autonomía o reflexión sobre lo que es justo e injusto, pueden poner en juego diversas concepciones en torno a ella, que no anulan a las otras.
Siendo la justicia un concepto tan complejo, tan amplio, en la que participan tantos elementos en su construcción; resulta difícil definirlo como algo puntual, como un punto de llegada deseable, o como un pasaje de estadios de menos a mayor validez.
Lo que podríamos decir con seguridad es que es un proceso complejo y lejos de ser uniforme en los niños y niñas, a pesar de que compartan las mismas aulas, docentes, culturas y familias.
Creo que la forma de tratar los conflictos en la escuela tiene bastante que ver en las formas que los niños perciben y construyen sus ideales en torno a lo justo. Esperaba que ante una concepción retributiva aparezca una solución retributiva; pero durante la conversación con las docentes, aparecieron diversas concepciones en torno a la justicia y resoluciones de distinta naturaleza según el conflicto a resolver.
Soluciones distributivas a los conflictos:
“O sea conmigo, no hay forma que se cambien de lugar, por más que haya faltado un compañero, nadie se cambia. O sea, trato de que sea lo mismo para todos.” (Docente de 2do grado)
Soluciones que eran retributivas:
“Cuando yo estuve en el plantel de la mañana, no de la tarde, lo que sí siempre nos decían era que cuando un niño generaba un daño en el otro, lo que el colegio planteaba era la actividad de reparación de lo que había hecho. Es decir, si rompiste un lápiz traé un lápiz. Si le partiste la cara a un compañero, le escribís una carta de disculpas.” (Docente de 7mo grado)
Otras utilitaristas:
“Pero a lo que voy es, ¿cómo se resolvió el conflicto? Llevándolo a debate, llevándolo a que lo experimenten por sí solos. Fue escuchar, que ellos tienen la posibilidad de encontrar la resolución, lo probaron y bueno, fuimos buscando hasta que encontramos una que sí funcionaba bien para todos.”(Docente de 2do grado)
Las que se deben pensar caso por caso
“El problema, por supuesto, aparecía cuando vos decías, bueno, pasó esto que es re complicado. ¿Qué es el equivalente a esto, no? Si vos me das un caso de bullying, un caso de acoso, un caso de… no sé, niños absorbentes entre ellos, recuerdo el caso de Pamela y Sergio casos así, que eran problemas muchos más graves y sostenidos en el tiempo y no se podían hacer tantas acciones equivalentes a tantos días de malestar, ¿no?”
Entonces, parecería que las diversas concepciones se ponen en juego todo el tiempo según el tipo de conflicto al que se están enfrentando. Según el problema, diversas estrategias en acción.
Resolución de conflictos
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Por Gabriela Ono