Queremos en este punto retomar los ejes elegidos para trabajar: igualdad, diferencia y singularidad, señalando a qué nos referimos con estos conceptos:
Igualdad es la condición de compartir una misma cualidad o característica entre las partes de un todo.
Diferencia es lo distinto, lo disímil, que no entra en lo homogéneo
Singularidad es toda característica que distingue una cosa o persona del resto de la misma clase o especie.
Cuando las normas son racionales y se identifica el motivo o fundamento de las mismas para ser aplicadas con validez en determinadas oportunidades y cuando el/la docente encuentra los recursos que permitan acercarles a los niños estos fundamentos, se favorece la autonomía infantil. Esta autorregulación consta del pasaje del respeto a la norma externa por obediencia, a la internalización del motivo y la necesidad de generar y respetar la norma.
Por ello, cabe valorar la dinámica de trabajo en pareja pedagógica, que posibilita la reflexión permanente y diversidad de miradas sobre lo vivido, planificado y observado en las prácticas. Contar con una persona con la que se pueda trabajar en sintonía, conociendo su mirada crítica, responsabilidad, sinceridad y compromiso, hace sentirse acompañada, segura y confiada frente a la tarea diaria.
En nuestra propuesta, intentamos buscar una organización de las actividades que permitiese brindar lo necesario para no caer en la homogeneización del grupo, lo que llevaría a la exclusión de aquellos que no cumplieran con las expectativas preestablecidas.
Podemos aseverar que la tarea organizada en subgrupos posibilita tanto la disponibilidad del adulto, quien rotará por los grupos observando, motivando e incentivando, como la autonomía y solidaridad de parte de los/as pequeños/as; por otro lado, favorece la conformación grupal y la asunción de roles y de esta forma colabora con la dinámica de la sala.
Aunque sabemos que no podemos trabajar solo en torno a los intereses de los/as niños/as, no podemos responsabilizarlos/as del desinterés o desconcentración que una actividad les provoca. Siempre es la propuesta la que debe ser analizada, replanteada, reformulada y modificada de acuerdo con las reacciones individuales y los objetivos educativos para despertar el interés genuino en el grupo.
Entonces, se hace necesario pensar en las características que debe tener la organización de las actividades a presentar, para que cada una de las propuestas genere igualdad en cuanto al interés, la atracción de los materiales y el tiempo que llevará realizarlas. Las tareas deben de ser posibles de realizar por los/as niños/as sin necesidad de la presencia constante del adulto, por lo que deben presentar consignas claras, que fomenten la autorregulación del grupo y al mismo tiempo, ser amplias, para posibilitar la toma de decisiones y acuerdos entre los miembros que lo conforman.
-la gran siete-
Enseñar en contextos diversos. Igualdad, diferencias y singularidades.
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Contar con una persona con la que se pueda trabajar en sintonía, conociendo su mirada crítica, responsabilidad, sinceridad y compromiso, hace sentirse acompañada, segura y confiada frente a la tarea diaria.
Igualdad, diferencia y singularidad
Intervenir desde el rol docente habilitando la singularidad, la diferencia y la igualdad
Siempre es la propuesta la que debe ser analizada, replanteada, reformulada y modificada de acuerdo con las reacciones individuales y los objetivos educativos para despertar el interés genuino en el grupo.
La organización del grupo y las oportunidades de aprendizaje a cada uno