La gran SIETE Año 1 N° 1 | Page 16

Por Judith Taub

Es Lic. y profesora en Ciencias de la Educación. Actualmente se desempeña como profesora de materias del Campo de la formación general en varios Institutos de Formación docente de la ciudad de Buenos Aires. Es profesora de la Cátedra de Didáctica General para los profesorados en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y de la cátedra de Didáctica General en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

El curriculum: una arena de lucha para definir cómo se cuenta nuestra historia

En el marco de nuestra experiencia como practicantes en pareja pedagógica durante seis semanas en una sala de 4 años en el JIC del DE 19, planificamos y llevamos a cabo tres secuencias referidas a la indagación del ambiente natural, la matemática y el juego. Los contenidos abordados nos permitieron numerosas variaciones de actividades que tuvieran como fin la democratización y el empoderamiento respecto a algunos saberes. Se buscó que respondieran a las características observadas tanto grupal como individualmente, que todos y todas pudieran utilizar sus conocimientos previos como punto de partida y brindar la oportunidad de explorar, intentar, corregir, y apropiarse, alternando actividades que propiciaran mayor autonomía y libertad, con actividades más dirigidas que promovieran otras maneras de conocer.

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En el marco del programa de Didáctica I, luego de propiciar la discusión sobre la Didáctica como disciplina y las diferentes posturas que se plantean sobre ella y abordar la centralidad de la enseñanza en el trabajo de los maestros, nos detenemos a reflexionar en torno al campo curricular y al concepto de curriculum. El tratamiento de este tema marca una bisagra en el recorrido de los estudiantes como docentes en formación.

Así, se ponen en cuestión las ideas de curriculum como inmutable y neutral y por lo tanto, la representación de “bajada” de contenidos desde el curriculum, la idea de los docentes como ingenuos instrumentos de ciertas líneas educativas, la imposibilidad de cambiar lo establecido, la noción de un “arriba” y un “abajo” que se vinculan en una única dirección. De esta manera, comienza a construirse la idea de la enseñanza como una práctica política en la que los maestros tienen un papel y una responsabilidad que a veces se ejercen y otras se omiten, pero siempre tienen consecuencias.

En este sentido es que podemos pensar con las y los estudiantes que en el campo del curriculum participan distintos grupos y sectores que pujan por la selección de los contenidos considerados socialmente valiosos ya sea a través de la negociación o de la imposición, según la relación de fuerzas que haya entre esos grupos.

Haciendo un análisis de esta conceptualización del curriculum, los estudiantes pueden comenzar a cuestionar la idea de que la escuela como institución, el conocimiento que la escuela enseña y los educadores son neutrales.

Los dos trabajos que se presentan a continuación son producciones de dos estudiantes que cursaron Didáctica I en el primer cuatrimestre de 2018. En el marco de lo expresado anteriormente, se propuso a las y los estudiantes un parcial domiciliario con la intención de que utilicen las categorías del campo curricular para analizar y reflexionar sobre un caso ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires en el año 2010, alrededor de la no publicación de una serie de documentos curriculares que habían

Pensar colectivamente sobre la construcción del curriculum, las luchas por la hegemonía que le dan origen, la participación de múltiples actores sociales y, fundamentalmente, el rol protagónico de los docentes como quienes seleccionan, integran y articulan finalmente los contenidos que enseñan, les ayuda a visualizarse como protagonistas de las tomas de decisiones didácticas y no como lineales aplicadores.

Pensar colectivamente sobre la construcción del curriculum, las luchas por la hegemonía que le dan origen, la participación de múltiples actores sociales y, fundamentalmente, el rol protagónico de los docentes como quienes seleccionan, integran y articulan finalmente los contenidos que enseñan, les ayuda a visualizarse como protagonistas de las tomas de decisiones didácticas y no como lineales aplicadores.

El curriculum: una arena de lucha para definir cómo se cuenta nuestra historia