LA FALSIFICACIÓN DE LA REALIDAD - NORBERTO CERESOLE La falsificación de la realidad WEB | Page 246

La Falsificación de la Realidad De allí la brutal dureza de Yahvé y la repulsiva crueldad de los jefes hebreos en el texto del Antiguo Testamento. Los redactores y compiladores de la etapa del exilio babilónico estaban preparando a su tribu para acontecimientos futuros, que ciertamente tuvieron lugar. Para referirnos sólo a una cuestión puntual reciente, vemos que la naturaleza de la última incursión militar de Israel sobre el Líbano es un calco exacto de las órdenes de exterminio que Moisés transmite a su pueblo en el Deuteronomio. La misma ideología preside la matanza de palestinos hacia fines de setiembre de 1996. Por el momento interesa señalar que una escisión similar a la de los dos reinos, incluso con parecidos orígenes míticos e ideológicos, fractura a la sociedad judía en los tiempos que corren. Y hay que señalar desde ya que es esa fractura la que posibilita el nacimiento de las fuerzas antagónicas al hiperjudaísmo. Al igual que la crisis política y la guerra civil que desembocó luego en la caída del Segundo Templo e impulsó a la comunidad judía a transitar por 20 siglos de diáspora, las fracturas y las escisiones "ideológicas" actuales se originan en un núcleo de teología judía que se ha proclamado intérprete de los "intereses eternos y permanentes de la nación". A ese núcleo teológico se le ha sumado una legitimidad política originaria de la "democracia de los gentiles" (sionismo). Es a esta suma de dos realidades contradictorias a la que estamos definiendo como hiperjudaísmo, un producto impensable con anterioridad al actual mundo apolar. No estamos sosteniendo aquí la clásica banalidad que señala la existencia de dos o más políticas diferentes, incluso opuestas, que disputan su hegemonía en el seno de la sociedad israelí. Estamos hablando de una cuestión no resuelta que es la identidad del Estado de Israel. Más aún, estamos señalando la imposibilidad de que esa cuestión pueda resolverse, es decir, de la creciente inviabilidad de llegar a consolidar este tercer intento de establecer la soberanía judía en Eretz-Israel. En esencia, la obra del impulsor del sionismo moderno Theodor Herzl (1860- 1904), se fundamenta en una idea fuerza: el Estado judío será una potencia civilizadora allí donde se implante, y se asumirá como vanguardia de Europa (occidental) contra la "barbarie". La implantación del Estado sionista en Palestina hizo que la relación entre el sionismo y el mundo árabe-musulmán haya devenido finalmente en una relación entre civilización y barbarie, es decir, entre opresores y oprimidos (48) o, como dice el Imam Hussein Fadlallah, entre orgullosos y desposeídos. Sin embargo, el sionismo no estuvo nunca antes como lo está ahora, tan furiosamente fundamentado en una prescripción teológica. Por el contrario, en otros tiempos históricos, fueron teólogos judíos algunos de los más firmes opositores a la creación del Estado de Israel. El "casamiento" entre el judaísmo religioso conservador y el sionismo secular, en cualquiera de sus manifestaciones ideológicas, es un fenómeno absolutamente contemporáneo, y expresa con toda claridad una crisis profunda, tanto en lo 246