LA FALSIFICACIÓN DE LA REALIDAD - NORBERTO CERESOLE La falsificación de la realidad WEB | Page 244
La Falsificación de la Realidad
esas líneas se combatieron duramente entre sí a lo largo de la historia. Pero
ahora se han unificado, fuera de las ideologías restrictivas de la guerra fría,
para proceder a practicar, entre otras cosas, y ahora sí, una "solución final"
para dos millones de palestinos enjaulados en los bantustanes de las
"autonomías", y para expandir el territorio del Eretz Israel según el "mapa"
diseñado por Moisés en sus "últimas instrucciones en el Horeb" (Deuteronomio
1, 6-8) (27).
El hiperjudaísmo es la sacralización de la experiencia de una pequeña, casi
insignificante tribu nómada, que llega y se implanta a sangre y fuego en una
Palestina ya poblada y dotada de una alta cultura religiosa en proceso hacia el
monoteísmo. "Cuando hayáis pasado el Jordán para entrar en la tierra de
Canaán, arrojaréis de delante de vosotros a todos los habitantes de la tierra...
Porque si no arrojáis de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, los que
de ellos dejéis serán como espinas en vuestros ojos y aguijón en vuestra carne.
Os hospitalizarán en la tierra que váis a habitar, y yo mismo os trataré a
vosotros como había pensado tratar a ellos" (Deuteronomio). ¿Cómo pensaba
tratar Dios, según el Moisés de la Torah, a los "habitantes de la tierra"?: de dos
maneras, esclavizándolos o asesinándolos:
"La conquista de las ciudades"
"Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la
paz. Si ella te responde con la paz y te abre sus puertas, todo el pueblo que se
encuentre en ella te deberá tributo y te servirá. Pero si no hace la paz contigo y
te declara la guerra, la sitiarás. Yahvé tu Dios la entregará en tus manos, y
pasarás a filo de espada a todos sus varones; las mujeres, los niños, el ganado,
todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, los tomarás como botín"
(Deuteronomio, 20, 10-14).
Estamos hablando de una guerra de conquista, de una guerra de despojo
contra los pueblos ya instalados en el Eretz Israel o "Tierra Prometida". Y,
naturalmente, estamos hablando no de una historia pasada, sino de una
historia futura, como ya lo hemos dicho reiteradas veces. Sólo con la fundación
del Estado de Israel el deseo se convirtió en realidad.
La alianza integral entre el Estado de Israel y los Estados Unidos tiene diversos
componentes principales, políticos, militares, económicos y estratégicos. Y tiene
asimismo un hilo conductor de naturaleza teológica, que emerge de dos formas
similares de leer e interpretar el Antiguo Testamento. Esa alianza, entre esos
dos Estados, representa la culminación de la antigua unidad entre todas y cada
una de las fases del capitalismo y la etapa correspondiente de elaboración
doctrinaria que iba ofertando el judaísmo. El judaísmo sirvió al capitalismo y a
Occidente no sólo en su etapa sionista, es decir, nacionalista-civilizadora.
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