LA FALSIFICACIÓN DE LA REALIDAD - NORBERTO CERESOLE La falsificación de la realidad WEB | Page 137

Norberto Ceresole No se percibe una auténtica enemistad entre esa "burguesía" (1) judía y la dirigencia burocrática, militar y religiosa del imperio persa, sino todo lo contrario. El Libro de Esdras es precisamente el manual político que Israel hereda y acepta de los persas, con toda su carga religiosa zaratustrana, y su sistema de gobierno claramente vertical y elitista (todo el poder para los "jueces" (2), proclama Esdras, con la misma convicción con que Lenin lanza su "todo el poder a los soviets", unos 25 siglos más tarde). Sin embargo, es esa "burguesía" genética judía quien estructura una enemistad radical con Roma (¿conflictos de intereses?, ¿choque entre sistemas productivos diferentes? (3) ¿o entre estadios productivos distintos?). Es Esdras quien organiza el Estado luego del retorno del exilio babilónico de la élite judía a Palestina (445-433 aC.). Esa organización del Estado plantea y resuelve los temas básicos del judaísmo genético o fundamentalista: un Dios, un santuario, un pueblo, una elección, una alianza, una ley, una tierra (4). Esos son los "siete pilares de la sabiduría" del judaísmo genético, elaborados en Babilonia con el fraternal asesoramiento de los persas zaratustranos. Ese entramado teo-ideológico es lo que impulsa las dos rebeliones judías: contra el dominio seléucida (169-168 aC.) y contra Roma (66-70 dC.). La segunda guerra de los judíos, que finaliza con la ocupación de Jerusalén por Tito en el año 70 dC., es también, al igual que la primera, una guerra civil judía. Y además tiene la ventaja de haber sido relatada por Flavio Josefo, un judío palestino romanizado. La primera guerra civil judía la inicia Matatías al degollar a un judío "asimilado" unos 200 años después del asesinato intrajudío cometido por Pinhas (ó Pinjás). Pero Pinhas es un personaje que existe en el plano exclusivo de la representación simbólica. Con el crimen cometido por Matatías, la "realidad histórica" pretende reemplazar a la ficción mitológica. Durante la segunda guerra civil judía, guerra contra Roma, los zelotes -y, dentro de ellos, los sicarios- se declaran herederos de Pinhas (o Pinjás) y de Matatías, y enemigos absolutos de los judíos "helenizados" o asimilados. Toda la historia de Israel, desde sus orígenes míticos ubicados por simple voluntarismo político en los siglos XII-XI aC., hasta la caída de Jerusalén en el 70 dC., es un conflicto sangriento entre los judíos "étnicos" y los judíos "genéticos". ¿Qué fue lo que unió a ambas ramas del judaísmo durante la larga espera de la diáspora, hasta el año 1948 dC.? Lo que Filón de Alejandría llamó "el parentesco supremo": "El parentesco supremo consiste en una ciudadanía única (politeia mia), una ley idéntica (kai nomos o autos) y un Dios único (kai eis theos) que les ha sido reservado a todos los miembros del ethnos" (5). Para Filón y para todos los judíos de la diáspora hasta nuestros días, "ciudadanía única" quiere decir que el ethnos judío está por encima de cualquier ciudadanía particular, de cualquier patriotismo específico. Es lo que actualmente se llama "doble lealtad", un eufemismo de "ciudadanía única-universal". 137