LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 544

EL SECTOR AGROALIMENTARIO DE MÉXICO EN EL TLCAN 549 política. Ante la evidencia de los hechos, desde el año 2000 se insiste en una suspensión parcial (Cap. VII. Agropecuario) del TLCAN. En el año 2002, el Banco Mundial llega a conclusiones similares: Se puede decir que este sector (rural) ha sido objeto de las reformas estruc­ turales (la liberalización comercial impulsada por el GATT y el TLCAN, la eliminación de controles de precios, la reforma estructural sobre la tenencia de la tierra); pero los resultados han sido decepcionantes (subrayado por los autores): estancamiento del crecimiento, falta de competitividad exter­ na, aumento de la pobreza en el medio rural […]. Esto plantea un importan- te problema de política, debido a que, a partir de 2008 el TLCAN colocó al sector en competencia abierta con Canadá y Estados Unidos (Banco Mun­ dial, 2002). En el transcurso del año 2002, se agruparon organizaciones campesinas y conformaron el movimiento “El campo no aguanta más” (integrado por la AMUCSS, ANEC, CEPCO, CNOC, CNPA, FDCCH, CIOAC, CODUC, RED MOCAF, UNOFOC, FNDCM y UNORCA). El 2 de noviembre de 2002 lanzaron un manifiesto para la salvación y revaloración del campo mexica­ no que contemplaba seis propuestas y el lema del movimiento: “¡Salvemos al campo, para salvar a México! Ya que sin maíz no hay país”. Pero es hasta el 28 de abril del 2003 —como resultados de movilizaciones campesinas, el 1° de enero del 2003 tomando puentes internacionales y el 6 de enero que se lanza el manifiesto de Ciudad Juárez— que se firma el “Acuerdo Nacional para el Campo (ANPC): por el desarrollo de la sociedad rural, la soberanía y seguridad alimentaria”. Este ANPC contiene 281 puntos de acuerdo, se lo­ gró con la movilización y debido a la crítica situación en la que se encuentra el campo mexicano y esto se reconoce en el documento, pero es un acuerdo político entre organizaciones de productores y el gobierno federal (Sámano, 2004). Sánchez (2004) menciona que el movimiento “El campo no aguanta más” (en particular El Barzón, el CAP y dicho movimiento) logró: conjun­ tar un amplio frente de organizaciones rurales que incluyó desde grandes, medianos y sobre todo pequeños productores rurales; realizar alianzas estra­ tégicas con centrales sindicales independientes como el sindicato de los electricistas, los telefonistas y la UNT; establecer acercamientos con el legis­ lativo y con los partidos políticos (en particular el PRD y el PRI) para obte­ ner apoyos a demandas campesinas; acaparar la atención de los medios de comunicación como nunca antes había sucedido; pero sobre todo la rene­ gociación de la política agropecuaria encaminada a la protección de los productores con el Acuerdo Nacional para el Campo. Destaca que no supu­ so el control corporativo como había sucedido antes con otros pactos entre Estado y campesinos.