LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 531

534 ISAAC MINIAN LANIADO, ÁNGEL MARTÍNEZ MONROY, JENNY IBÁÑEZ gobierno chino ha fomentado la creación de ambos tipos de clusters me­ diante incentivos fiscales y con la construcción de puertos y carreteras. La infraestructura en transporte y comunicaciones juega un papel funda­ mental en la competitividad de la industria del vestido. China ha promovido las exportaciones y la reducción del tiempo de llegada al mercado median- te la construcción y mejoramiento de carreteras y puertos, y el desarrollo de clusters en ciudades costeras (Frederick y Gereffi, 2011; Tewari, 2006, cita­do en Frederick y Gereffi, 2011). Comparado con China, México sigue teniendo serias desventajas en la industria del vestido. En primer lugar, a pesar de compartir la política de sa­larios bajos, los salarios en la industria del vestido mexicana en 2011 se- guían siendo mayores que los de China (Worker Rights Consortium, 2013); y en segundo lugar, contrario a lo que ha hecho China, México no ha reali­ zado inversiones significativas en infraestructura de transporte ni logística para mejorar su competitividad (Frederick y Gereffi, 2011; Robinson, 2010, citado en Frederick y Gereffi, 2011). Otro factor que hay que considerar es el tipo de cambio. En 1994-1995, el peso mexicano sufrió una fuerte devaluación, lo que incentivó el creci­ miento de las exportaciones de la industria y la localización de más empresas maquiladoras en el país (CEPAL, 1998; Gereffi y Bair, 1998). Sin embargo, para el año 2000 los costos de producción de la maquila en México se ele­ varon, entre otras cosas, por la sobrevaluación del peso mexicano frente al dólar (Carrillo, 2007). Finalmente, para decidir la localización de la producción de la industria del vestido también se consideran: el clima de negocios, la calidad y entrega en tiempo, la confiabilidad, disponibilidad de trabajo calificado y produc­ tividad, acceso a insumos de calidad a precios competitivos, capacidad de los productores para ofrecer el paquete completo, etc. (UNCTAD, 2005; Freund y Wallace, 2004). Tecnología: ¿puede convertirse en el factor central de la localización de la producción? De acuerdo con Book et al. (2010), la necesidad de la automatización en la industria del vestido ha sido reconocida por muchos desde principios de los años ochenta, por lo que durante esa década Estados Unidos, Japón y Europa gastaron millones de dólares en programas de investigación, cuyo objetivo era automatizar la manufactura de prendas de vestir. Aunque nin­ guno de los programas logró automatizar la producción, sí consiguieron algunos avances (Byrne, 1995).