LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 495

498 SERGIO ORDÓÑEZ trabajo, todo ello contrario al dogma del libre mercado y la espacialidad “glocalizadora” del neoliberalismo (Ordóñez, 2009B). De ello se desprende la necesidad de un nuevo accionar del Estado en la reproducción y el desarrollo económico centrado en el aprendizaje y la inclusión social, como ejes de una estrategia nacional de desarrollo del capitalismo del conocimiento y la integración en la globalización como la di­mensión espacial de aquél. Ubicando a México en esa perspectiva, el Estado no podría constituir un mero coordinador de la acción de las empresas y las instituciones del SC-E, sino asumir un papel activo y creativo en la gestión de desarrollo de la IE con un accionar con las siguientes características: • Intermediación de la integración en el mercado mundial y el TLCAN en relación con la reproducción y acumulación interna, y articulación (nacional) de la diferenciación y ubicación multiescalar del territorio en la división global del trabajo. • Articulación del SC-E con la IE e inclusión social en el ciclo interno de conocimiento. • Impulso al ascenso en las RPG de la IE y su articulación con eslabo- namientos productivos internos que posibiliten la integración de la empresa nacional y particularmente las PyMEs, así como el desarrollo de propiedad intelectual propia mediante procesos de aprendizaje e innovación. • Desarrollo de una infraestructura informática y de las telecomunica- ciones y su acceso y uso generalizado. • Necesidad de impulso de la reproducción cognitiva y, por tanto, física también de la fuerza de trabajo o el desarrollo del trabajo complejo. 22 • Promoción del surgimiento y desarrollo de sectores productivos claves dentro de la IE, 23 con efectos multiplicadores sobre la inversión y la producción, como el desarrollo de una industria de microprocesado- res de uso específico o una industria nacional del software adaptada a las necesidades nacionales, regionales y locales. O el llamado “capital humano”, esto es, el conjunto de conocimientos e ideas innovadoras desarrolladas en cualquier momento por los sujetos en las empresas, universidades y el gobier- no, lo que supone la necesidad de inversión en educación, capacitación y salud, etcétera. 23 Un sector es clave en tres sentidos: 1) tiene una contribución mayor en el progreso tecnoló­ gico que es central para el crecimiento a largo plazo; 2) cuenta con una tasa de retorno para los sujetos de la producción mayor que cualquier otra actividad económica; y 3) tiene efectos externos, como la aceleración de la innovación tecnológica, que benefician ampliamente al resto de la economía (Borrus y Stowsky, 1997:9). Por ejemplo, las industria estadounidenses de la computación y del software surgieron y se desarrollaron gracias al subsidio del Estado al desa­ rrollo tecnológico y la protección de la competencia externa (Flamm, 1993). 22