LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 459

462 JULIO CASTELLANOS ELÍAS drenaje, etcétera). La mayoría de las plantas armadoras y de fabricación de motores se miden en cientos de hectáreas con instalaciones y vías óptimas para transportar sus productos y materiales. Asimismo, los clústers que ope­ran alrededor de las plantas son de grandes magnitudes, que contaron en su momento con las mismas ventajas y facilidades que las ensambladoras. I NTEGRACIÓN AUTOMOTRIZ EN A MÉRICA DEL N ORTE Y COMPETENCIA GLOBAL Cuando en diciembre de 1992 firman el TLCAN los presidentes de Estados Unidos (George Bush), de Canadá (Brian Mulroney) y de México (Carlos Sa­ linas), los grupos de negociación llevaban más de dos años trabajando en el texto que se presentó consolidado con corchetes en enero de 1992; repre­ sentantes de General Motors Corporation, Ford Motor Company y Chrysler, tuvieron personal que participó permanentemente en las negociaciones. Una primera conclusión por lo señalado hasta aquí, es que las armadoras estadounidenses en México han tenido con el TLCAN la culminación del proceso de integración de la industria automotriz instalada en el país bajo las directrices de Ford, GM y Chrysler. Sin embargo, el propio TLCAN abrió nuevos desafíos a la competencia global en esta industria con gran importancia en el concierto industrial glo- bal y transnacional de la producción mundial en nuestros días. Así, con el Tratado se inicia la etapa de consolidación y absorción, sin ninguna restric- ción, a las Big Three, que solamente se ve confrontada por la lucha de los mercados de las automotrices Volkswagen y Nissan y, en menor medida, de Honda y Toyota. A partir del 2016 entra Hyundai-Kya a ensamblar autos en Monterrey, NL, así como BMW en San Luis Potosí; JAC china en coinversión con Giant Motors está armando camiones en Hidalgo. También Honda ha incrementa­ do sustancialmente su producción. Todos estos avances en la industria au- tomotriz extranjera en México se ven seriamente afectados con la elección de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos. Con las considera- ciones que se han hecho en este trabajo, se sugiere que lo que pre­tenden las armadoras y fábricas de autopartes estadounidense es evitar una mayor pérdida de mercado ante las alemanas, japonesas, coreanas y chinas. La gráfica 1 es elocuente en cuanto a mostrar que la industria automotriz ha logrado hacer que su crecimiento sea permanente. De los 12 millones de vehículos que se hacían en el año de 1965 a los 95 millones del 2016, muestra un crecimiento de 692% en 47 años, con promedio cercano al 5% anual. Esto a pesar de los muchos vaticinios de hace ya varios años de que por ser una industria madura, estaba en fase de decadencia, y a pesar de las