LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 458
LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ EN MÉXICO Y EL TLCAN
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México puede incrementar su competitividad como productor de vehí-
culos y autopartes y convertirse en un importante centro de diseño e inno-
vación tecnológica, para lo cual el desarrollo del capital humano juega un
papel fundamental, ya que un bajo nivel de capital humano limita la im-
plementación de procesos de mayor valor.
En los cuadros que presentamos en el siguiente inciso se aportan datos
que refieren las grandes ventajas que obtienen las armadoras extranjeras (en
especial las estadounidenses) y las desventajas para nuestro país, a efecto de
ponderar críticamente unas y otras.
Volviendo al asunto del TLCAN, es evidente que todos los puntos acor-
dados tienen claros beneficios para las automotrices estadounidenses. La
coincidencia de puntos de vista manifestados por los representantes de las
empresas y los representantes del gobierno mexicano, en los que se omiten
algunos aspectos que cuestionan el punto de vista de que la inversión de las
compañías automotrices, sólo tienen ventajas. Los aspectos que se han men-
cionado son, por ejemplo, que el precio de la mano de obra en México en el
sector automotriz fue en el 2017, más de diez veces menor que en Estados
Unidos, a pesar de que los obreros mexicanos son en algunos casos más
productivos que sus pares estadounidenses. En lo general, puede afirmarse
que tienen el mismo nivel de productividad tomando como base el Harbour
Report de 2007, que informa sobre 70 plantas fabricantes de automotores
en Norteamérica: Canadá, Estados Unidos y México. Añádase que el hecho
de la enorme diferencia salarial ha sido, en muchos casos, un factor que ha
coadyuvado a que los salarios de esta industria en Estados Unidos haya sido
reducida a la mitad, desde antes, durante y después de la crisis del 2008-
2009, a pesar de que el TLCAN tiene un capítulo creado con el fin de evitar
disminuciones salariales y de puestos de trabajo, y de que exista una comi-
sión encargada de tal fin.
En los relatos de las empresas automotrices antes reseñados puede obser
varse que las barreras legales, de idiosincrasia y de conflictos raciales e his-
tóricos, fueron abatidos a lo largo de los sesenta años previos a la firma del
TLCAN y que, por lo tanto, no es éste el que abre la puerta a la inversión ex
tranjera y al abuso extremo de los contratos laborales, sino que fueron im
poniéndose las medidas que necesitaban los consorcios para operar en las
mejores condiciones que les garantizan la maximización de sus ganancias. El
TLCAN sólo ratifica, legaliza y profundiza el abuso de las compañías hacia
sus trabajadores de ambos lados de la frontera, así como de los beneficios
en subsidios de impuestos y en el obsequio de infraestructura para operar en
las mejores condiciones. Las plantas instaladas en México por las armadoras
y los fabricantes de autopartes, organizados en clústers o no, son de mag-
nitudes enormes que se les han otorgado a precios de ganga y con los servi
cios urbanos que requieren (energía eléctrica barata, agua, pavimentación,