LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 401
EL RÉGIMEN DE PROPIEDAD INTELECTUAL DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA
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Unidos (Baxter). Evidentemente para lograr dicha integración se requiere
invertir previamente en capital humano; pero tampoco conviene continuar
dejando desprotegida a esta industria, en la que México ya se había labrado
un espacio, previa la aceptación del TRIP y la firma del TLCAN.
Sin necesidad de grandes investigaciones es un hecho que, como lo de-
muestra la historia de la ciencia y la tecnológica, en México las industrias
química y farmacéutica han tenido un papel importante, sobre todo por su
vinculación con la minería y otras actividades fundamentales de la econo-
mía colonial y por el ritmo acelerado de crecimiento de la población du-
rante 1960-1990. Sobre estas bases, aquí se descubrió —hace poco más de
dos siglos— uno de los elementos químicos, el vanadio, y se desarrolló
—hace medio siglo— la píldora anticonceptiva. Posteriormente, y gracias
a la colaboración científica entre mexicanos y estadounidenses, un cientí-
fico de nuestro país se hizo acreedor, en 1995, al premio Nobel de química
por haber descubierto las consecuencias de la contaminación ambiental en
la destrucción de la capa de ozono.
Estos hechos sugieren que México tiene experiencia y capital humano
para participar, junto con Estados Unidos y Canadá, en un proceso de
apoyo a la consolidación regional de la industria químico-farmacéutica,
proceso que (por el bien de América del Norte) debería replicarse en otras
industrias, independientemente de la animadversión que pueda represen-
tar para Estados Unidos considerarlo durante la renegociación del TLCAN.
Aunque México aún no hace pública su posición respecto a esta industria,
evidentemente serán las empresas farmacéuticas internacionales las que
fijarán el derrotero, centrando sus esfuerzos en el mantenimiento de su
nicho de mercado, así sea en contra de las propuestas del propio gobierno
estadounidense. Al respecto, cabe recordar lo que hicieron durante el pro-
ceso de negociación del TLCAN, cuando se las ingeniaron para insertar en la
agenda, como también lo habían hecho en la Ronda Uruguay del GATT,
el tema de los DPI. Afortunadamente en esta industria México tiene, como
ya se observó, un largo trecho recorrido; por tanto, no debe soslayar la
opción de instrumentar políticas públicas orientadas al desarrollo científi-
co y tecnológico endógenos.
B IBLIOGRAFÍA
Aboites, Jaime y Manuel Soria (2009), Economía del conocimiento y propie-
dad intelectual. Lecciones para la economía mexicana, México, UAM/Siglo
XXI Editores.