LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 320

322 MARÍA TERESA GUTIÉRREZ HACES Paradójicamente, ha sido un presidente estadounidense de origen em­ presarial quien se ha encargado de denostar un instrumento que ha tenido como objetivo primordial favorecer indiscriminadamente a las corporacio­ nes y conferirles un tremendo poder y protección, de manera independiente de cualquier gobierno. La propuesta de Trump provocó un enorme descontento dentro del sec­ tor empresarial estadounidense, ya que golpea por doble partida a este sector. La forma en que se ha venido manejando la discusión sobre el dé­ficit comercial, en especial contra México, y la eventual desaparición del capítu­lo 11 del TLCAN, ha socavado la tradicional confianza del sector empresarial estadounidense respecto a su propio gobierno. En este capítulo se analizan las posiciones que los tres países han mani­ festado, primero ante la inminencia de la renegociación del TLCAN y des­ pués durante el proceso, sobre temas muy puntuales del intercambio co­mercial en América del Norte. Nuestra posición a lo largo de este capítulo es que los temas de ca­- rácter comercial no pueden ser tratados y mucho menos renegociados por separado del clausulado del capítulo 11, ya que al proteger la inversión de las empresas de Norteamérica, también se está incidiendo en las activi­- dades comerciales de dichas empresas. Cada vez que una empresa invierte en el territorio de América del Norte, no sólo contribuye al intercambio comer­cial, también busca ser protegida por el TLCAN. Es por ello que consi­ de­ra­­mos que hacer una renegociación que implique una estrategia compar­ timentalizada, en la que los temas son tratados de manera relativamente inconexa, resulta un error con consecuencias nefastas para las tres eco­ nomías. Este capítulo fue escrito utilizando principalmente las fuentes bibliográ­ ficas y hemerográficas relacionadas con la renegociación del TLCAN. To­ mando en cuenta la existencia de un acuerdo de confidencialidad, firmado por las partes antes del inicio del proceso de renegociación, resultó impo­ sible contar con suficientes documentos oficiales derivados de la renegocia­ ción que nos sirvieran para fundamentar más cabalmente nuestro análisis sobre las decisiones que se tomaron a puerta cerrada durante el proceso. Dado el nivel de polarización del proceso, muchos de los participantes (de manera anónima) declararon aspectos que nos sirvieron para marcar el rumbo de nuestra reflexión. Asimismo, las declaraciones oficiales, así como las conferencias de prensa de los tres jefes negociadores (Robert Lighthizer de Estados Unidos, Christa Freeland de Canadá e Idelfonso Guajardo de México), conforme avanzó la renegociación, forzosamente se vieron obli­ gados a dar mayor información y a clarificar subrepticiamente parte de la información filtrada a los medios de comunicación.