LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 175
EL PROYECTO NEOLIBERAL EN AMÉRICA DEL NORTE. EL TLCAN Y SU LEGADO
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con las negociaciones si se dejaba de lado el anhelado asunto de abrir la
Inversión Extranjera Directa (IED) en la industria petrolera y otorgar el “de-
recho” a las transnacionales de conducir sus exploraciones, libres de cual-
quier regulación mexicana, en el territorio nacional. Sin embargo, la única
manera para el equipo del presidente Carlos Salinas de legitimar el pro-
yecto neoliberal, era abandonar por completo las negociaciones para la
desnacionalización del petróleo. Esto fue en aquel entonces. Ahora los
ciudadanos mexicanos están atravesando una nueva etapa del proyecto
neoliberal.
Sin duda alguna, el asunto más sobresaliente en cuanto al TLCAN, des-
pués de 20 años, es precisamente que los petroleros estadounidenses han
ganado ya su larga batalla. Lo irónico del asunto es que, si bien han derro-
tado por completo la visión desarrollista mexicana, en los primeros meses
de 2014 los oligarcas petroleros de Houston mostraron signos de descon-
fianza acerca de la capacidad de los líderes del Estado mexicano de entregar
los hidrocarburos comprometidos a las empresas transnacionales (Krauss,
2014:F1, F6). El temor es que hoy en día México no es un país confiable: el
mismo gobierno mexicano no respeta ni sus propias leyes, dicen los petro-
leros de Houston. No es posible conocer en este momento si este temor es
real o se trata de un juego de palabras y posiciones. Ante esta incertidumbre
de las “capacidades” del Estado mexicano, los petroleros se plantean el
cuestionamiento de ¿por qué invertir en este momento? Por otro lado, las
grandes empresas automotrices estadounidenses no muestran esta descon-
fianza, pues no dudan de poder obtener sus ganancias en cualquier mo-
mento y que sus inversiones están aseguradas por el poder y fuerza del
Estado mexicano. Es probable que hasta que se den a conocer los detalles
de las leyes secundarias del sector petrolero durante el curso de 2014,
las empresas petroleras estadounidenses empezarán a tomar posesión de la
renta petrolera mexicana y lo que queda del sector público en la matriz de
gasoductos, refinerías, etc. Entonces, es posible que la entrega de la riqueza
del subsuelo mexicano a las oligarcas de Houston y otros cuantos, llegue a
sus últimas etapas. Es decir, podemos —después de 20 años del TLCAN—
afirmar que el negocio del siglo XX terminará, como fue imaginado desde
un principio, con un robo, que por su magnitud, puede ser el robo del siglo
XXI, ejecutado frente a los ojos de todos y a plena luz del día. No hay otra
manera de interpretar los intentos del Estado mexicano en cuanto a la polí
tica petrolera actual que como una política de estrangulamiento de PEMEX,
que deja a la empresa sin recursos para reemplazar su capital de trabajo en
los yacimientos petroleros del país. Esto lo constata el hecho de que PEMEX
ha sido forzada a abandonar, casi por completo, su actividad más importan
te: la exploración y perforación de nuevos pozos, dado que en cualquier