LA ECONOMÍA DE MÉXICO EN EL TLCAN: BALANCE Y PERSPECTIVAS FRENTE AL T VOLUMEN 19-LA ECONOMIA-VERSION DEFINITIVA-17-MAYO- | Page 169
EL PROYECTO NEOLIBERAL EN AMÉRICA DEL NORTE. EL TLCAN Y SU LEGADO
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el andamiaje conceptual institucional, basado en la idea “mágica” de un
sistema socioeconómico supuestamente idóneo, autorregulado por “la mano
invisible”; un sistema de “libertad” sin freno para las capas económicas
dominantes bajo el amparo de “la ley” de la selva.
¿C ÓMO PODEMOS ENTENDER EL NEOLIBERALISMO EN M ÉXICO ?
Para casi todos los mexicanos la interrogante que intitula esta sección parece
absurda. El neoliberalismo mexicano es, supuestamente, la sola aplicación
de los “diez mandamientos” del Consenso de Washington. Sin embargo,
no es así, y esta concepción del neoliberalismo ha costado a los opositores
del modelo y al país mismo una cantidad inmensurable de pena y luto. Hoy
en día, más que nunca, el proyecto neoliberal está ganado terreno. El mejor
ejemplo es la privatización del sector energético puesta en marcha desde
finales de 2013. A esto se suma, la no menos grave, nueva Ley de Trabajo
promulgada en los últimos días de 2012. Los excepcionalmente-lentos-en-
reaccionar opositores no se dieron cuenta del patrón de estas fechas; de que
el juego de hoy en día es hacer los movimientos en la gran política nacional
cuando los mexicanos se encuentran dispuestos a entrar en las vacaciones
navideñas. Esto es parte, pero no es todo de ninguna manera, del fast policy
del enraizado neoliberalismo. Es poco probable que los tan golpeados mexi-
canos hayan estudiado las obras más llamativas sobre la estructura, las tác-
ticas, la historia y la teoría ideológica del proyecto neoliberal, como han sido
planteados por los escritos de Mirowski (2013), Mirowski y Plehwe (2009)
y Peck (2012), entre otros.
Hay que reconocer, como ha sido bien establecido por los especialistas
mencionados sobre el tema, que el neoliberalismo es una doctrina “zom-
bi”. Las ideas medulares del neoliberalismo, como fueron presentadas en
los diez mandamientos del Consenso de Washington, fueron rechaza-
das por completo a través argumentos lógicos y evidencia empírica pocos
años después de ser proclamadas. Cuando se trata de entender el neolibe-
ralismo se debe observar el proceso perpetuo que no da cabida al fin de la
doctrina: 1) nacimiento; 2) fallecimiento, y 3) reanimación de las ideas y
políticas “muertas en vida”. Y esto no es retórica. A fin de cuentas, la contra
rrevolución neoliberal es “la reafirmación del poder de clase” (Peck, 2012:
31, 140). Igualmente, es una doctrina “institucionalmente revuelta y des-
ordenada” (Peck, 2012:31).
El neoliberalismo, en términos pragmáticos, presenta varias fases. La
primera fase es llamada “roll back” (hacer retroceder al Estado para cesar
las prestaciones que ganó la clase trabajadora a lo largo del siglo pasado). La