LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 93

táctica, la Iglesia ha dado otra interpretación al mito del Grial, en el sentido judío y cristiano. Hace 2.270 años fondeó, aquí en el puerto de la ciudad colonial helena Massilia, un barco de muy poca apariencia, pero excelente para navegar. Qué nombre tenía, no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que Pytheas se llamaba el patrón del barco y que era un intelectual: geógrafo, matemático y astrónomo. Pytheas quiso navegar por el océano y marchar al país de la más lejana medianoche, al Septentrión. Cuándo la pequeña nave fue abastecida de todo lo necesario para la manutención de la tripulación durante el largo y dificultoso viaje, antes de subir a cubierta y hacer izar el velamen, Pytheas hizo una ofrenda a su dios. Había prestado juramento de fidelidad a Apolo, aquel dios resplandeciente que había vencido al dragón Pitón, y para honrarlo, él, investigador massiliota, se dio el nombre de Pytheas. Pero bien pudo peregrinar al actual Monaco donde entonces se alzaba un templo al Heracles Monoikos -un templo en el que sólo Heracles podía ser venerado-. Heracles era el dios protector, también, para los viajeros a los países boreales. Cierta vez este héroe, uno de los argonautas, viajaba por mar a bordo del Argo para traer el Vellocino de Oro de la isla del Sol Aea, y, como los mitos más antiguos lo señalaban, navegaba a vela "en dirección al norte". A solas emprendió su aventurero camino de vida y deificación, para llegar a "una tierra áspera" donde por mucho tiempo permaneció invitado por el rey Bretanos. Por consiguiente, estuvo en Britania. Pytheas, al encomendarse en sus oraciones a Heracles, en modo alguno lo hacía en detrimento del luminoso Apolo, ya que Heracles, hermanastro de Apolo, era un divino apolíneo: él, Jasón y los argonautas, todos ellos hijos de dioses y "salvadores", habían conseguido con sus oraciones a la orilla del mar, y antes de subir a bordo del Argo, la protección y escolta de Apolo. Por lo que la plegaria de Jasón correspondía al sentir de todos los