LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 65

Pronto vendrá la primavera y volveré a ir al país de los albigenses. Esta vez también me internaré en el Sabarthés. Gracias a mis estudios en la Nationale, como los franceses llaman a su biblioteca pública, aprendí, entre una gran diversidad de no- vedades y singularidades, que los cátaros y los trovadores deben de haber constituido una Comunidad del Amor [Minne] única: el monje cisterciense alemán Cesarius von Heisterbach, su contemporáneo, dijo que los cátaros no serían herejes si hubieran reconocido a Moisés y a los profetas; y este error de los albigenses predominó en tan gran medida que dentro de un corto espacio de tiempo habría contaminado miles de ciudades; toda Europa hubiera sido emponzoñada si la espada de los creyentes no los hubiese aniquilado. Por lo tanto, la lucha de la ortodoxia autoproclamada cristian- dad contra el catarismo ha sido, en realidad, la violenta generali- zación de la religiosidad y la intolerancia según el Antiguo Testamento, y más aún: Hace veinte años la católica Universidad de Lovaina publicó la tesis doctoral de Edmond Broeckx, licenciado en Teología y catedrá- tico en el pequeño Seminario de Hoogstraten, dedicada al cardenal Mercier y que lleva por título Le Catharisme (El catarismo). En ella escribe que el ascetismo monacal habría sido practicado por una ínfima cantidad de herejes y que estos ascetas eran la excepción. (¡De excepciones no necesito preocuparme demasiado!) No raras veces los herejes, se dice en la tesis doctoral, ejercieron el oficio de carniceros, como lo prueba el ejemplo de un hombre, Salsigne. Éste no necesitó renunciar a su profesión. En lo que atañe al matar en general, esto tiene un ejemplo perfecto: Wilhelm Belibaste, que no solamente permitió a los creyentes heréticos matar animales, sino también a católicos Cuándo éstos salieran a la caza de herejes... Todavía más importante es otro "descubrimiento" que hice en este libro y que cabe en una sola fiase: "La secte possédait des éscrits et des chants nationaux". En caste- llano: "La secta poseía escritos y canciones nacionales".