LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 218
Otros muchos se apartaron de ella.
No pocos fueron condenados a las llamas.
El landgrave Curt ha destruido todas las escuelas de
herejes,
Allí donde él las hallara.
Runkel an der Lahn
Bajo los rayos del plenilunio llegué anoche a esta pequeña
ciudad. Hombres y bestias dormían; mis botas de estaquillas
hicieron resonar el desparejo empedrado; una presa de embalse
susurraba; como un monstruoso tronco de piedra negro
sobresalía de las casas el viejo castillo; había perfume de tilos.
Runkel tiene que ser una creación de Rolando, aquel héroe
que en el valle pirenaico del Roncesval (en alemán Dornental,
valle de espinas) "descargó su espada Durendal como sólo lo
hacen los honestos", y que murió allí de muerte heroica. "Como
Rolando había muerto, apareció una gran luz en el cielo". Es
probable que también Rolando perteneciera a la corte de Lucifer,
y con seguridad es el rey Kari quien fue su señor, de ningún
modo ese rey franco y emperador, sino el "gran Karl y señor" en
el cielo nórdico: Thor.
Los tilos y las rosas exhalaban sus aromas, al igual que todas las
flores que los jardines rebosaban. También imponía su aroma el heno
en las praderas; los trigales se mecían al suave son del viento; una
alondra jubilosa se alzó hacia el cielo; de una herrería cercana me
llegaba el sonido de un yunque; en la fronda de un jazmín,
desde la cual escribo, una mariposa multicolor se ha enredado.
Psiké la llamaron los griegos; psiké también significa alma.
Cual olas marinas, ondea el trigal. Me explican que por
estos lugares, para atemorizar a los pilludos, se les muestran los
ondeantes campos de trigo y se les dice: "¡Viene la mala madre