LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 215
haya con follaje nuevo frente a la puerta del castillo, pero la
encuentran petrificada. Y tan rápido como el espectro llega,
vuelve a desaparecer. Los señores de Hohenseelbach se
autodenominaban "amigos de Dios". Deben de haber
pertenecido a los amigos de Dios, a los cátaros alemanes.
También la hacía tiempo establecida nobleza del "reinado
libre de Westerwald" fue una vez adepta a ellos. Allí
estuvieron los condes Sayn y Solms, que quisieron zurrar a
Konrad von Marburg. También los señores Von Wilnsdorf,
de los que se hablará más adelante, y los caballeros Von
Dernbach. Éstos deben de haber sido los que dieron muerte al
repugnante maestro de herejías Konrad.
Amigos de Dios... lo contrario a ello es: siervos de Dios. Los
caballeros del Westerwald fueron amigos de aquella divinidad
que hace crecer el hierro y que no quiso ningún siervo.
También en Alemania alguna vez tiene que haber habido
caballeros de verdad; de esto no tengo dudas.
A los cátaros alemanes se les recriminó que "Cuándo se
admitía a un novicio, y éste asistía por primera vez a una
asamblea, se le ponía ante un escuerzo, al que él [...] tenía que
besar [...] en el trasero. En ciertas ocasiones el animal tenía la
apariencia de un ganso o un pato, en otras era tan grande como
un horno de panadero. Después, un hombre caminaba hacia el
novicio, maravillosamente pálido, con los ojos más negros del
mundo. El novicio lo besaba de igual modo, sobre la piel
glacial. Con el beso desaparecía dé su corazón todo recuerdo
de la creencia católica. A continuación, todos los participantes
se sentaban para un ágape; después, un gato negro tan grande
como un perro, con la cola a gachas, bajaba de una estatua
siempre presente.
El gato caminaba reculando y su trasero era besado en
primer lugar por el novicio; luego, por el maestro de la
asamblea, y por último, por todos los que eran dignos y