En las rúas del pueblo muchachos y muchachas, éstas vistiendo el traje típico de la región de Marburg, nos brindan una cordial bienvenida. Nos esperaban. Fuimos en quinteto a través del límite comarcal. Los frutos estaban en su máximo desarrollo, y el sol veraniego quemaba.
Nuestra larga caminata matutina incluyó el paso por una pradera ahondonada, la Pocilga de los Señores. Pero sólo se llama así en los planos de plancheta. Los campesinos la llaman por su antiguo nombre: rosaleda. Para los tiroleses la rosaleda pertenece a Laurín; para los de Mellnau, a Lurer. Ésta es la porción de tierra que se junta a la pradería del fondo del valle. Muchas armas y segures han sido halladas al arar. En la rosaleda y en Lurer hay que recordar a los ancestros...
Ya conozco tres rosaledas. La segunda está por Worms. Puede que el mismo lugar donde hoy los restos del convento Laurisham-Lorsch guardan un lugar conmemorativo por los caídos en la Guerra Mundial. También Sigfrido debe de descansar aquí. Es posible, siempre que este héroe haya sido un hombre de carne y hueso. Porque " la denominación de la rosaleda para el Campo Santo en los tiempos de antaño estaba muy extendida ". Una rosaleda de este tipo, como supe hace poco, " estaba circundada por un espino calcinado para la cremación de cadáveres prescrita por el ritual consagrado al dios Thor-Donar ", o sea, por una rosaleda silvestre. Porque nuestros antepasados paganos calcinaban los cuerpos de los muertos en el fuego llameante de espinas de rosas y el señor divino de la rosaleda era Thor-Donar.
Por último subimos al cabezo del solsticio erróneamente indicado en los mapas como Cabeza del Sábado, una cima más arriba de la rosaleda. En la cumbre hay una piedra puesta por hugonotes, aquellos seguidores de Calvino emigrados de Francia. La piedra lleva la inscripción: ¡ Resistez! Se tenía en la mente a