LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | страница 184
mejor o para peor-, como resultado, el propio ser humano. Sólo
tenemos una realidad: actuar. Sólo tenemos un hecho: la
acción.
Cerré mi sermón con citas de Zarathustra, de Nietzsche:
"Lo grande en el hombre es que él es un puente y no un fin; lo
que puede ser querido en el hombre es que él es una transición y
no una caída. Yo os suplico, hermanos míos, permaneced fieles a
la tierra!".
La "Tierra" es un componente del cielo, rebosante de estrellas...
A MORSBRUNN
Próximo a la pequeñísima ciudad de Amorbach, cuyos
campanarios barrocos, edificio conventual e instalaciones de
palacio parecen sofocar el montoncito de casas más modestas o
más pobres, hay un lugar de gracia rodeado de árboles:
Amorsbrunn con su iglesita.
Ya en los tiempos paganos, tan injustamente llamados oscuros y
sin piedad, era éste un lugar santo. "Cuándo los primeros
heraldos de la cristiandad vinieron al valle, eligieron -según
informan explícitamente otros apóstoles-, deliberadamente, el
lugar venerado por el pueblo pagano para predicar en él. Y es
por eso que tiene razón la tradición al decir que aquí, en este
sitio adorado desde tiempos inmemorables, fueron bautizados
con el agua bendita los primeros cristianos." Se suele contar
que san Pirmin y su discípulo, un santo Amor, llegados de
Irlanda les trajeron "la luz del Evangelio" a aquellos hombres
que "todavía vagaban en las sombras de la muerte". El santo
Amor permaneció como abad durante treinta y tres años, "des-
pués de que Bonifacio, en el año 734, consagrara la primera
iglesia de Amorbach" -y él para la fuente del Amor debe de
haber "rogado y recibido de Dios una fuerza salvadora y