LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 183

Yo soy mi cielo y mi infierno. La prerrogativa más noble de la naturaleza humana es determinar por sí misma para hacer lo mejor por el amor de lo mejor. Los hombres nobles pagan con aquello que ellos son ".
Continué mi sermón con palabras del maestro Eckhart: " El hombre justo no sirve a Dios ni a las criaturas. Permanece tan firme en la justicia que, por el contrario, no toma en consideración las penas del infierno ni las alegrías del cielo. El hombre justo toma tan en serio la justicia que si Dios no fuese justo no daría ni un comino por él. El hombre no debe temer a Dios. Dios es un Dios del presente. No hay que buscarlo o pensarlo fuera de sí, sino tomarlo como mi propio yo y como que está en mí. La verdad es, por lo tanto, noble, y ¡ si Dios quisiera hacer caso omiso de la verdad, yo querría aferrarme a la verdad y dejar a Dios!".
También permito que ejerzan su impulso sobre mí las palabras dichas por sabios de nuestro tiempo. Ésta es la sabiduría de los valientes: quien quiera huir de la culpa, huye de la vida; pero aquel que expía sus culpas por toda la vida y encuentra en ella la eternidad, ése será nuevo en ella. No es la salvación del mundo la que nos hace falta, no, ¡ sino que salvemos al mundo! Así y sólo así vence la vida más allá de la muerte. Sólo fortaleciendo la bondad, lo noble en nosotros, por nuestras propias acciones, por un ejemplo a seguir de manera irresistible, puede llegar a ser nuestro propio yo la ayuda: liberarse a sí mismo y decidirse. Toda salvación y toda justificación son anticipadas gracias a que nosotros seremos sólo por la voluntad. El castigo es la consecuencia; solamente hay un verdadero castigo del pecado, y este castigo será ejecutado por el propio culpable sobre sí mismo de manera ineludible y al unísono con sus decisiones: el ser peor. También la penitencia es consecuencia: solamente hay una expiación, y ella también es recompensa, involuntaria, pero inevitablemente ejecutada por el culpable en sí mismo: el llegar a ser más noble. De sus acciones y trabajos finalmente sale-sea hacia arriba, sea hacia abajo, para