LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 172

¿Quién me regañará porque escribo? Debo hacerlo, porque poetizo a mi manera. Debo hacerlo, porque la poesía hierve con demasiado poder en mi interior. En espíritu, veo a hombres de los siglos XII y XIII ir recorriendo el camino. Uno tras otro van pasando... "¿Cómo te llamas", le pregunté a un hombre. Ya no es joven. Su pelo es gris y sus mejillas son pálidas. Lleva una vestimenta larga y negra, polvorienta y con los bordes raídos. Su paso es elástico. -Me llamó Bertrán y soy del país de Foix. -¿Adonde quieres ir? -Al Rin y más allá. -¿Eres hereje? -Lo soy -el hombre me miró asombrado. -¿Huyes de alguien? -Soy un proscrito y huyo de los romanos. -Conozco tu patria. -Bien lo sé, pero no la conoces lo suficiente. El hombre continuó hablándome en mi idioma: “Fuí caballero. Cierta vez pasaste por los restos de mi burgo sin mirarlos profunda y respetuosamente porque ibas leyendo un libro. Debieras leer menos y aguzar más la vista y el oído. Mi castillo está cerca de Foix, sobre una colina. Mirando el Montségur. Los inquisidores quemaron a mi hermano, a su mujer y a sus hijos, mientras yo estaba lejos. Celebraba el solsticio de invierno en las alturas de Ornolac, no lejos de aquella iglesia subterránea que viste en los Pirineos, en el monte Lujat, a la vera del camino de los herejes. Nadal llamamos a esta fiesta: Navidad". Le interrumpí para preguntarle: -En el oficio divino y en la fiesta, ¿habéis celebrado el nacimiento de Jesús de Nazaret? -¡No! El nacimiento del sol salvador. Muchos de los nuestros lo llamaron tal como los griegos anteriores a Cristo lo llamaban: Christus. Christus no es Jesús. Éste fue judío, sectario judío. Sus adeptos sólo después de su muerte lo proclamaron como