LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | Page 160
trovadores. Dice que ellos han "tergiversado las acciones de los
antiguos señores y convirtieron hechos y crónicas guerreras en
galanteos cortesanos".
Somos de su misma opinión: el Amor (Minne) significaba
memoria. Y las verdaderas canciones de amor deben de haber
sido en sus orígenes tal como las cantaban los germanos
nobles Cuándo tenían que rendir los últimos honores a un rey o
príncipe o pretendiente fallecido. Cantando cabalgaban
alrededor de la colina de los muertos. Ya narré cómo los
caballeros godos enterraron y alabaron al rey huno muerto,
Atila...
En ocasión de la "Guerra de Wartburg", el maestro Klingsor,
nacido en Hungría, que también era conocido en la patria de san-
ta Isabel, disputó con Wolfram von Eschenbach. (No entremos
en detalles acerca de si éste fue censurado con razón por
Aventinus.) Wolfram, oriundo de Wartburg, un "sabio
profano", dice que el cabalgador del cisne, Lohengrin, no llegó
de la Montaña del Grial Muntsalvatsche, sino de aquella
montaña en cuyo interior mora el rey Arturo con su corte. Allá
hay una piedra: la piedra Aget, antaño caída de la corona de
Lucifer. Esta piedra Aget (que es la denominación del alto
alemán medio para ámbar o imán) y la piedra del Grial deben
de ser la misma, así como Arturo y Anfortas son la misma
persona: sufriente rey y custodio de una piedra sagrada. Ya me
referí a ello.
Que Lohengrin llegó de esa montaña, informa la crónica
sajona de Halberstadt del siglo XV, donde la Señora Venus
está en el Grale; y éste es además, como dice una crónica de ese
mismo tiempo, un tema falaz, no hay un rey que cambie la
vida de los seres humanos en alegría hasta el Día del Juicio. El
Grial fue alguna vez el paraíso, pero se fue convirtiendo en
lugar de pecado. Sí: la santa Montaña del Grial fue envilecida