LA CORTE DE LUCIFER - OTTO RAHN La Corte de Lucifer - Otto Rhan | 页面 155

los caminos que partían del Hel en el norte de Alemania. Más adelante llegaban al mar Frisio, el Mar del Norte. Concluían el recorrido ante la isla Helgoland, antiguamente llamada Abalus y Balda. Aquí debe de descansar Baldr, como refieren las letras de las canciones de antaño. Una tercera gran ruta fue recorrida por aquellos que trajeron el ámbar desde la costa salandesa del mar Báltico, pasando por Thorn (Torún) hacia Aquilea, una ciudad comercial a orillas del Isanzo que fue la predecesora de Venecia y que una vez fue arrasada por Atila. Esta ruta es la más reciente de todas, porque en tiempos remotos la actual costa de la Frisia Oriental y de la Jutlandia Occidental fue el verdadero país del ámbar, y no la costa del Sambia del Báltico. Sobre esta tercera y más reciente ruta, los Asthen llevaron el "oro del norte" a Raben, al rey ostrogodo Teodorico. La ruta del ámbar que tomaré mañana conduce a Brenner y pasa por tierra alemana hasta el Mar del Norte, cuyas olas bañan la isla de Helgoland, tierra santa. El historiador griego Diodoro sabía que Helgoland está "a un día de viaje de la costa de tierra firme en el océano" y además informó de ella: 'A esta isla bañan las olas del mar ricamente con elektrón (que así llamaban los griegos antiguos al ámbar), como no acaece en ninguna otra parte de la tierra. El elektrón se acumula sobre la isla y es llevado por sus habitantes hacia la tierra firme de enfrente, desde donde es traído a nuestro entorno". El romano Plínio (siglo I d. C.), en su Historia de la naturaleza, asegura que los habitantes de la isla Abalus habían utilizado el elektrón en vez de la madera para hacer fuego y que lo vendían a los teutones, sus vecinos más cercanos; el ámbar es una "materia eruptiva de mar comprimido" (por lo que se debe entender fangosas aguas bajas de la costa), y Pytheas de Masillia había visitado la isla Abalus. Abalus es nuestra Helgoland. Sobre las más antiguas rutas del ámbar fue transportado éste del Mar del Norte hacia el sur, hasta Egipto, donde ya era conocido en