LA CAVERNA DE SARAMAGO Saramago, Jose - La caverna | Page 25
habían pasado dos semanas de esta conversación, y ya estaba muerta
y enterrada, son las sorpresas que la muerte le da a la vida, En qué
piensa, padre. Cipriano Algor se limpió la boca con la servilleta, tomó
el vaso como si fuese a beber, pero lo posó sin acercárselo a los labios.
Diga, hable, insistió la hija, y para abrir camino al desahogo preguntó,
Todavía está preocupado por culpa de Marcial o tiene algún otro
motivo de pesar. Cipriano Algor volvió a tomar el vaso, se bebió de un
trago el resto del vino, y respondió rápidamente, como si las palabras
le quemasen la lengua, Sólo aceptaron la mitad del cargamento, dicen
que hay menos compradores para el barro, que han salido a la venta
unas vajillas de plástico imitándolo y que eso es lo que los clientes
prefieren ahora, No es nada que no debiésemos esperar, más pronto o
más tarde tenía que suceder, el barro se raja, se cuartea, se parte al
menor golpe, mientras que el plástico resiste a todo y no se queja, La
diferencia está en que el barro es como las personas, necesita que lo
traten bien, El plástico también, pero menos, Y lo peor es que me han
dicho que no les lleve más vajillas mientras no las encarguen,
Entonces vamos a parar de trabajar, Parar no, cuando el pedido llegue
ya tendremos piezas listas para entregarlas ese mismo día, no iba a
ser después del encargo cuando a todo correr encendiéramos el horno,
Y entre tanto qué hacemos, Esperar, tener paciencia, mañana iré a dar
una vuelta por ahí, alguna cosa he de vender, Acuérdese de que ya dio
esa vuelta hace dos meses, no encontrará muchas personas con
necesidad de comprar, No vengas tú ahora a desanimarme, Sólo
procuro ver las cosas como son, fue usted quien me dijo hace poco
que tres generaciones de alfareros en la familia es más que suficiente,
No serás la cuarta generación, te irás a vivir al Centro con tu marido,
Deberé ir, sí, pero usted vendrá conmigo, Ya te he dicho que nunca me
verás viviendo en el Centro, Es el Centro quien nos ha mantenido
hasta ahora comprando el producto de nuestro trabajo, continuará
manteniéndonos cuando estemos allí y no tengamos nada para
venderle, Gracias al sueldo de Marcial, No es ninguna vergüenza que el
yerno mantenga al suegro, Depende de quién sea el suegro, Padre, no
es bueno ser orgulloso hasta ese punto, No se trata de orgullo, De qué
se trata entonces, No te lo puedo explicar, es más complicado que el
orgullo, es otra cosa, una especie de vergüenza, pero perdona,
reconozco que no debería haber dicho lo que dije, Lo que yo no quiero
es que pase necesidades, Podré comenzar a vender a los comerciantes
de la ciudad, es cuestión de que el Centro lo autorice, si van a comprar
menos no tienen derecho a prohibirme que venda a otros, Sabe mejor
que yo que los comerciantes de la ciudad enfrentan grandes
dificultades para mantener la cabeza fuera del agua, toda la gente
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