LA CAVERNA DE SARAMAGO Saramago, Jose - La caverna | Page 112
la lata durante mucho tiempo, por eso hay que removerlo antes de la
aplicación, Elemental, todo el mundo lo sabe, pasa adelante, Los
colores podrán ser aplicados directamente sobre la pieza, pero su
adhesión mejorará si se comienza aplicando una subcapa normalmente
de blanco mate, No habíamos pensado en eso, Es difícil pensar cuando
no se sabe, No estoy de acuerdo, se piensa precisamente porque no se
sabe, Deje esa apasionante cuestión para otro momento, y óigame, No
hago otra cosa, La base de subcapa puede ser dada con pincel, pero
puede haber ventajas aplicándola con pistola a fin de conseguir una
película más lisa, No tenemos pistola, O por medio de inmersión, Ésa
es la manera clásica, de toda la vida, por tanto sumergiremos, Todo el
proceso se desarrollará en frío, Muy bien, Una vez pintada y seca, la
pieza no debe ni puede estar sujeta a cualquier tipo de cocción, Eso es
lo que yo te decía, el tiempo que se ahorra, Todavía trae otras
recomendaciones, pero la más importante es que se debe secar bien
un color antes de aplicar el siguiente, salvo si se buscan efectos de
superposición y mezcla, No queremos efectos ni transparencias,
queremos rapidez, esto no es pintura al óleo, En todo caso, el sayo del
mandarín merecería un tratamiento más cuidado, recordó Marta, mire
que el propio diseño obliga a mayor diversidad y riqueza de colores,
Simplificaremos. Esta palabra cerró el debate, pero estuvo presente en
el espíritu de Cipriano Algor mientras hacía sus compras, la prueba es
que adquirió a última hora una pistola de pintar. Dado el tamaño de
las figuras, la subcapa no gana nada siendo gruesa, explicó después a
la hija, pienso que la pistola prestará mejor servicio, una rociada
alrededor del muñeco, y ya está, Necesitaremos máscaras, dijo Marta,
Las máscaras son caras, no tenemos dinero para lujos, No es lujo, es
precaución, vamos a respirar en medio de una nube de óxidos, La
dificultad tiene remedio, Cuál, Haré esa parte del trabajo ahí fuera, al
aire libre, el tiempo está estable, Por qué dice haré, y no haremos,
preguntó Marta, Tú estás embarazada, yo no, que se sepa, Le ha
vuelto el buen humor, señor padre, Hago lo que puedo, comprendo
que hay cosas que están huyéndome de las manos y otras que
amenazan hacerlo, mi problema es distinguir aquellas por las que
todavía vale la pena luchar de esas otras que deben abandonarse sin
pena, O con pena, La peor pena, hija mía, no es la que se siente en el
momento, es la que se sentirá después, cuando ya no haya remedio,
Se dice que el tiempo todo lo cura, No vivimos bastante para hacer esa
prueba, dijo Cipriano Algor, y en el mismo instante se dio cuenta de
que estaba trabajando en el torno sobre cuyo tabanque su mujer se
derrumbara cuando el ataque cardíaco la fulminó. Entonces, obligado a
eso por su honestidad moral, se preguntó si en las penas generales de
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