La barranca del río Columbia vale por sí sola el viaje, con imponentes paisajes domina-
dos por mesetas, cinceladas por ríos, que montan soñolienta guardia bajo el calor de
fines del verano. Septiembre y octubre pueden ofrecer algo del mejor clima de Oregon:
el Verano indio suele iniciarse alrededor del Día del Trabajo, y prolongarse hasta Ha-
lloween, cuando rápidamente se vuelve frío, húmedo y desagradable. Ese año no fue la
excepción. El tráfico y el clima cooperaron de maravilla, y la pandilla notó apenas el pa-
so de los kilómetros y el tiempo.
El cuarteto se detuvo en las cascadas Multnomah a compra