que protejan frente a varias infecciones simultáneamente. Dos ejemplos de vacunas creadas
por ingeniería genética son la vacuna frente a la hepatitis B y frente a la rabia.
Ante casos de periodontitis severa o agresiva, o como ayuda al tratamiento quirúrgico, se
plantea la posibilidad de administrar un tratamiento antibiótico por vía oral. La elección del
antibiótico será más adecuada y, por tanto, con mayor probabilidad de éxito, si se conoce
previamente qué especies bacterianas posee un paciente concreto.
Una de las promesas más atrayentes de la ciencia del nuevo milenio es la vacuna con
material genético. Si bien una década atrás los científicos la miraban con desconfianza en los
últimos años hubo un cambio de actitud tanto por los adelantos genéticos como por la
imposibilidad de las métodos tradicionales de inmunización de enfermedades muy graves o
mortales como el SIDA, el paludismo o la hepatitis C.
Las vacunas tradicionales como las genéticas consisten en una versión muerta o debilitada de
un patógeno (agente que produce la enfermedad) o algún fragmento (subunidad) suyo. El
propósito consiste en preparar el sistema inmunitario para que rechace rápidamente los virus,
las bacterias y los parásitos peligrosos antes de que logren establecerse en el organismo. El
objetivo se logra engañando al sistema inmunitario y así se comporta como si ya estuviera
siendo acosado por algún patógeno que se multiplicara sin freno y produjera grandes daños
en los tejidos.
TERAPIAS GÉNICAS
Terapia génica, inserción de un gen o genes en las células para proporcionar un nuevo grupo
de instrucciones a dichas células. La inserción de genes se utiliza para corregir un defecto
genético hereditario que origina una enfermedad, para contrarrestar o corregir los efectos de
una mutación genética, o incluso para programar una función o propiedad totalmente nueva
de una célula.
Los genes están compuestos de moléculas de ácido desoxirribonucleico o ADN (véase Ácidos
nucleicos), y se localizan en los núcleos celulares. Las instrucciones que dirigen el desarrollo
de un organismo están codificadas en los genes. Ciertas enfermedades como la fibrosis
quística se deben a un defecto genético hereditario. Otras están causadas por una
codificación errónea de un gen, de modo que las instrucciones que contiene están
desorganizadas o cambiadas. El error en la codificación genética se produce cuando el ADN
de la célula se está duplicando durante el crecimiento y división celular (mutación somática) y
es frecuente cuando una célula se convierte en cancerosa.
La aplicación de la terapia génica en la clínica se inició el 14 de septiembre de 1990, en el
Instituto Nacional de Salud de Bethesda, Maryland, cuando una niña de cuatro años recibió
este tratamiento para un déficit de adenosin deaminasa (ADA), enfermedad hereditaria del
sistema inmunológico que suele ser mortal. Debido a este defec to genético, la niña padecía
infecciones recidivantes que amenazaban su vida. La terapia génica en esta paciente
consistió en el uso de un virus modificado genéticamente para trasmitir un gen ADA normal a
las células de su sistema inmunológico. Después el gen ADA insertado programó las células