KALEIDOSCOPIO KALEIDOSCOPIO 1 | Page 36

BIEN ENTERRAO Compré un arbolito en el puesto de Doña Chucha. Hacía años que no la veía. Me dijeron que se había rejuntao a todos sus hijos e hijas y directo al Norte se había pelao. Lo que es no estar enamorao de su tierra. ¿Cómo no quererla? Oler la tierra mojadita, sentir el lodo entre las uñas, arrullar a los animalitos, platicarles pa que no se aburran. Peinar las hojas de los maices y comerse los garbanzos recién cosechaos, una lavadita y listo. No hay nada como disfrutar y querer lo que una siembra y cosecha. Lo digo yo que he vivido aquí de más, yasta se me perdió la cuenta de los años. Gracias a Dios, Nuestro Señor, no me he puesto verde o me salido cola. Que a bien le pido que me siga manteniendo coleando porque, quién sino yo pa cuidarle sus criaciones. Lo planté afuera de la casita que nos heredaron mis tatas y ansina ha venido pasando, a mis abuelos, de mis abuelos a mis papas y ora que hace unos añitos se me jueron, pos me dejaron el chante pa cuidarlo yo y miré nomas cómo lo he tratado, con todas su ventanas limpiecitas, nomás que no me gusta quitar las enredaderas estas, mi corazón no me deja. Tan chulas creciendo parriba, parece que quieren alcanzar algo. Sabrá Dios qué. Hasta chistoso parece, imagino que es la mesma tierra con sus raices, todos los arbolitos y arbustos, las flores y las yerbas, son raices de la tierra que ya no