¿Me gustó? ¿Me asustó? Juzgue usted mismo
Cuando uno se ve forzado a elegir entre las
cinco maravillosas películas que su cine de
provincia le ofrece, decide a veces, por mera
aventura, tomar riesgos que después de la
película se vuelven completamente innecesarios
y dejan un mal sabor de boca; ir al cine no es
barato y al tomar estos riesgos decides el perder,
aparte de tu dinero, por lo menos dos horas de tu
siempre valioso tiempo. Ahora bien, al encontrar
“cine mexicano” uno busca siempre dar nuevas
oportunidades, deshacerse de pensar que será otra película “mexa” que retrate
y meta hasta por los codos todos los clichés posibles bajo los que se ha
construido el tan amado México mágico, pero uno se encuentra con que no.
Me gusta, pero me asusta, la más reciente película del director mexicano
Beto Gómez (Salvando al soldado Pérez) no se sale de lo que ya esperamos
del cine mexicano, de lo que siempre hemos visto, y es triste que sea así. Es
una idea llevada al ya mencionado director y a la conocida productora Mónica
Lozano (que no ha hecho otras cosas más que Amores perros, El Jeremías o
Malos hábitos, nada más) por la pareja en vida real, que también son pareja y
protagonistas de la película, los jóvenes actores Alejandro Speitzer y Minnie
West, una idea que se presenta como fresca tal vez, pero la elaboración y
contenido de la misma nos deja ver todo lo contrario y reluce algo: no hemos
podido salir de esos estereotipos que tanto nos denigran.