JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA JUDÍOS DECLARAN LA GUERRA CONTRA ALEMANIA | Page 92
al menos hasta el día de hoy, es ninguna respuesta racional de los mitófilos
judíos o no judíos- ni a los revisionistas anglo-alemanes ni a los "negacionistas"
franceses, como ellos mismos los llaman‖ 134 . Esta ausencia de pruebas sobre
la existencia de las cámaras de gas y los hornos crematorios (en 70 años)
demuestra incuestionablemente que la construcción del mito, la esforzada tarea
―de los mitófilos, desde su padre fundador Elie Wiesel, no tiene ninguna
estructura sólida, documental (documentada, en los términos racionales que
exige la ciencia histórica)‖ 135 . Sólo se construyó en base a testimonios y
memoria de ilustres judíos; que luego se demostró - en muchos casos - que
nunca estuvieron en ningún campo de concentración, ni mucho menos en
Alemania o los países ocupados por el Estado Germano; y, otros casos con
testimonios de parientes sobrevivientes - como fue el caso del padre de Ana
Frank - o amigos de estos. Supuestos parientes y amigos de Ana Frank, que
nunca estuvieron en ningún campo de concentración.
Sobre la cifra de judíos muertos en el Holocausto señala: ―Es que la idea de
los "seis millones" venía siendo elaborada por el sionismo de Londres (Consejo
Mundial) mucho antes de comenzar la "segunda guerra civil europea". Era el
"número
cabalístico"
que
ese
sionismo
necesitaba
para
impulsar
la
construcción de un Estado judío en una tierra usurpada, en Palestina (mejor
dicho, Canaán), con el único argumento "legal" de la "palabra de Dios"
expuesta en un libro claramente falsificado por los escribas hebreos: El Antiguo
Testamento. Era el dato básico que finalmente conmovería al Occidente
anglo‖ 136 . Ceresole, al igual que muchos revisionistas, le da mucho valor y
sentido al dato cuantitativo sobre el Holocausto, argumentado que tiene una
enorme trascendencia saber el número exacto de muertos judíos y las causas
exactas de su muerte. Ya que ello nos guiará hacia lo que hoy exactamente
importa, que es juzgar el enorme daño que ha suscitado el Mito del Holocausto,
y no la pretendida realidad que ese mito intenta mostrar.
134
Ibíd. p. 245
Ibíd.
136
Ibíd. p. 246
135
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