mucha habilidad ; el éxito consiste en haber confiado a ese Tomás , que en hebreo significa gemelo ( taoma ), el papel del discípulo incrédulo , cuando sería justamente ese gemelo , ese mismo taoma , el cómplice de tan extraordinaria superchería . En efecto , en el jardín , con María de Magdala , lo mismo que en el camino de Emaús , con algunos de los setenta y dos discípulos , el gemelo está disfrazado , y no pueden tomarlo como Jesús , porque así no se le parece nada . La finalidad de ello era que los legionarios romanos , estupefactos , no lo reconocieran ni lo detuvieran de nuevo . En cambio , en las mansiones privadas , tanto en Emaús como en Galilia , « en la montaña », en todos los lugares desiertos , siempre que se hallaban « entre ellos », el taoma no va ya disfrazado , se deja reconocer y así puede representar bastante bien el papel de Jesús , presuntamente resucitado .
Porque de haber sido la resurrección algo auténtico , real , ¿ por qué el pseudo resucitado se disfrazaba cuando se hallaba en lugares públicos , o incluso ante sus amigos ? ¿ Por qué éstos no lo reconocieron en el camino de Emaús ? ¿ Por qué María de Magdala lo tomó por el hortelano ? Pues porque éste adoptó el rostro de José de Arimatea . Sobre éste modelaron la máscara de yeso , pintada y llena de postizos , para que el pseudo Jesús resucitado circulara libremente , sin temer una nueva detención , seguida inevitablemente de una segunda crucifixión .
No olvidemos el papel de las máscaras ( personna ) en el mundo antiguo . Máscaras de metal para los comediantes , en el teatro , máscaras de yeso para quien no quisiera ser reconocido , en las calles . Estas últimas fueron muy utilizadas , según testimonia Luciano de Samóstata , escritor del siglo II , originario del Asia Menor helénica , que cita en especial a un tal Peregrinus , quien , tras una vida criminal ( fue parricida ) se hizo cristiano y acabó en la cruz .
Si Jesús realmente resucitó , ¿ a qué esperaba para aparecerse , a pesar de las murallas , frente a Pilatos , mientras cenaba rodeado por sus oficiales ? ¿ A qué esperaba para aparecerse a Herodes Antipas , o a Caifas , a pesar de la guardia , los rastrillos y las puertas claveteadas de bronce ? ¡ Qué triunfo para aquel de quien todos se burlaban a más y mejor de su impotencia , cuando agonizaba en la cruz de la infamia !
Es más , ¿ a qué esperaba para aparecer ante los cohanim , muy por encima de la nave de los hombres , en el santo templo , para justificar por fin sus propias palabras : « Entonces Jesús les dijo : "¡ Oh hombres sin inteligencia y tardos de corazón para creer todo lo que vaticinaron los profetas ! ¿ No era preciso que Cristo padeciese esto y entrase en su gloriad » ( Lucas , 24 , 25-27 .) Por el momento , « la entrada en la gloria » se limita a tímidas y nocturnas manifestaciones de existencia . Es bien poco . En cuanto a cumplir la gran profecía que probaría la epifanía mesiánica , de eso nada . No obstante , vamos a ver-
60