Permanece en pie un enigma , el de la identidad de la mujer que vierte sobre los pies de Jesús un perfume de elevado precio que contenía un jarro de alabastro , y que seca a continuación con sus cabellos , después de haberlos « cubierto de besos » ( Lucas , 7 , 38 ).
No podía tratarse , contrariamente a la leyenda que voluntariamente se alimentó , de María de Magdala , porque ahora ya sabemos quién era ( véase capítulo 10 ).
Tampoco podía ser Salomé , porque el tono de ésta es el de una mujer altanera , rica , acostumbrada a mandar ; eso es lo que se desprende de la frase que nos cuenta el Evangelio de Tomás , en el versículo 65 . Sobre esa otra mujer , los Evangelios canónicos nos proporcionan algunas precisiones : Mateo dice de ella : « una mujer » ( 26,6-7 ). Marcos dice lo mismo : « una mujer » ( 14,3 ). Juan declara que se llama « María » ( 11 , 2 y 12 , 3 ). Lucas dice de ella : « una mujer de mala vida » ( 7 , 37 ), y la expresión griega inicial dice « una pecadora de la ciudad ».
Evidentemente , el Evangelio de los Egipcios y la Pistis Sophia la llaman Salomé : María-Salomé . Pero no es ella la mujer del jarro de alabastro .
La María que , según Juan ( 12 , 3 ), vierte el precioso perfume es hermana de Marta y de Lázaro , el « resucitado » a quien Jesús profesa un profundo afecto .
Viven en Betania , modesto pueblo situado en las afueras de Jerusalén . Nada de eso evoca a la rica Salomé 44 Pero conservaremos todo el derecho a asombrarnos de que Jesús , que sitúa a las prostitutas en cabeza del « reino de Dios », experimente asimismo satisfacción en alojarse en casa de una de ellas , contrariamente a la ley religiosa judía .
¿ Y qué pensar de su hermana Marta ? ¿ De qué vive ? No se nos dice .
¿ Y qué hay de ese Lázaro , tan querido a Jesús , que tolera , contrariamente a la ley judía , que al menos una de sus hermanas sea « una mujer de mala vida »? ¿ Y él , de qué vive ?
Decididamente , si a esto sumamos los dos « Ishkarioth », padre e hijo . Simón y Judas , es obvio que Jesús , « hijo de Dios «, frecuenta a gentes harto sorprendentes .
44 Observemos , de paso , que la ley judía dejaba disponer a la mujer libremente de su fortuna si era la única heredera de su padre ; de la renta que le debían sus hermanos si , existiendo ésta , habían heredado del padre ; de su fortuna , si era viuda sin hijos . Y éste era el caso de Salomé , viuda de su primo Filipo Antipas .
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