Jesús O El Srecreto Mortal de los Templarios | Page 251

tiempo todos y cada uno de los soldados que lo constituía tuvieran que comparecer delante del consejo de guerra para ser allí de nuevo juzgados individualmente .
Vemos hasta qué punto la gnosis , operativa y ascética , de las antiguas escuelas alejandrinas estaba alejada de esa noción de una única y exclusiva víctima expiatoria , propia del cristianismo ordinario , al condicionar la salvación del alma al acceso progresivo a las esferas superiores , tanto por medio de la teurgia como de la ascesis , esta última a la vez física y moral , sin omitir la unión de esta alma con un daimon parearos , es decir , con una chispa divina individualizada . Porque :
« Si tú estás hecho de Vida y de Luz , y lo sabes , volverás un día a la Vida y a la Luz ...», nos dice Hermes Trismegisto .
Queda la noción de un pseudo « hijo » de la Divinidad , una especie de dios segundo , que habría recibido de ésta el gobierno general de la Creación , después de haber sido su Autor directo . Lo que da a entender que el Dios Supremo no puede hacerlo todo por sí mismo , que necesita un colaborador .
Ahora bien , nos parece muy difícil presentarse como el salvador de Israel , anunciado por los últimos profetas manifestados , identificándose con el Dios Supremo , con el Eterno al que todos invocan .
Porque los diversos salvadores y liberadores del pueblo elegido tuvieron cada uno de ellos su anunciador , y no hubo un solo salvador de Israel , sino muchos , de Moisés a Zorobabel , pasando por Josué , David , etc . Así pues , por el hecho de que las sagradas escrituras mencionen periódicamente la venida de uno de esos liberadores , no habrá que imaginar que el último sea necesariamente un avatar de la Divinidad Suprema . En el espíritu de los profetas , esos salvadores no son sino hombres predestinados , y nada más .
¿ Habrá que admitir que Jesús fue uno de ellos ? Imposible , puesto que no liberó a Israel de la tiranía romana ni de los reyezuelos idumeos ; más bien al contrario , su venida coincidió con la disgregación progresiva , que acabó por la dispersión general , después de la destrucción de Jerusalén .
Por otra parte , nos parece impensable el hecho de apelar sin cesar al Antiguo Testamento y a sus profetas cuando , por pretender reiteradamente su propia divinización , se convierte de modo permanente en su desmentida . Porque , sin la garantía del Antiguo Testamento , ¿ cómo justificar el Nuevo Testamento ?
Pues bien , el evangelio atribuido a Juan , y que es en realidad un ensamblaje de textos cristiano-gnósticos , que eran a su vez malos plagios del Corpus Hermeticum , ese evangelio nos afirma esto :
« Al Principio era el Verbo , y el Verbo estaba en Dios , y el Verbo era dios ...» ( Juan , 1,1 .)
Observamos que el texto griego original establece una diferencia
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