24 . - La Redención
« Yo quiero piedad , y no sacrificios , y el conocimiento de Dios , más que holocaustos , dijo el Eterno ...»
OSEAS , 6 , 6
Víctor Hugo planteó bastante bien el problema : « La Redención es Dios-Justo haciendo sufrir a Dios-Inocente para desagraviar a Dios- Bueno ...»
Algo así como si un profesor indulgente , harto de castigar a alumnos insolentes y alborotadores , y desconsolado por esa causa , un buen día administrara delante de ellos una corrección magistral al único alumno respetuoso y dócil , a fin de poder levantar , a continuación , todos los castigos a los alumnos malos , hilarantes ante dicho espectáculo .
Pero , argüirá el lector creyente , es Dios mismo quien , en su amor infinito , sustituye al hombre , se sacrifica y sufre en su lugar . Está bien , admitámoslo . Entonces será a sí mismo a quien el bondadoso profesor administrará la corrección , ante los ojos y el enorme regocijo de los malos alumnos , que estarán desternillándose de risa .
Plantear este problema significa ya por sí solo señalar sus inverosimilitudes .
La noción de la caída de las almas y de su elevación hacia la Fuente Primera era ignorada por el judaismo clásico , y en especial por los saduceos . Esta noción era propia de la gnosis alejandrina , y parece ser que después se filtró a los esenianos .
La elevación hacia el Pleromio , a través de las esferas y a pesar de los arcontes dependía de un ritual de forma teúrgica y de una ascesis . Y era obra del alma misma , ayudada por el cuerpo , cierto , pero de
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