Jesús O El Srecreto Mortal de los Templarios | Page 245

Y en la continuación de la historia del cristianismo , las muy escasas apariciones de Jesús a extáticos o a místicos en trance siempre son subjetivas . A veces tienen lugar en sueños . Nunca más se verá aparecer a Jesús , sentarse a una mesa , comer y beber , hacer tocar sus manos y sus pies . Y es fácil comprender por qué . 34
Sin duda , los ritos y el culto cristiano durante tantos siglos han constituido una forma-pensamiento , un egregore , que poco a poco ha revestido el tamaño , el rostro , la juventud del Jesús ideal , imaginado por las multitudes creyentes . Y ese Jesús egregórico no se parece en nada al Jesús histórico analizado en esta obra , eso es bien evidente . Puede incluso ser visto por algunos extáticos dotados de clarividencia . Como forma-pensamiento , poderoso aglomerado psicomagnético como todos los egregores , puede reaccionar y manifestarse . La metapsíquica posee en este campo una experiencia y unas constataciones ya tan antiguas como inexplicables .
Pero dichas manifestaciones , que pertenecen a una « dimensión » muy mal conocida de nuestro universo , no proceden en absoluto de las realidades contingentes . Y cuando leemos , de la pluma de Louis- Claude de Saint-Martin , que los Reales-Cruces , último grado de los Elegidos-Cohén , evocaban en el curso de ceremonias mágicoteúrgicas a aquel a quien denominaban el « Reparador », el sentido común se subleva . Porque si Jesús es realmente el Logos Creador , si es el Hijo del Altísimo , ¿ cómo imaginar que obedezca a encantamientos , a llamadas y a fumigaciones , y que observe dócilmente todo lo sagrado de los círculos evocatorios ?
Por el contrario , si no existe en esa otra misteriosa « dimensión » sino un simple egregore , una forma-pensamiento lentamente constituida en el curso de los siglos por la piedad de millones de creyentes , entonces la realización de tales fenómenos ocultos es muy posible , porque lo que los discípulos de Martínez de Pasqually creían materializar y hacer actuar en el curso de sus evocaciones no era otra cosa que eso . Magnetizada por las técnicas rituales de la teurgia martinezista , la forma-pensamiento se hada perceptible a los operadores , tanto más cuanto que en los últimos grados de los Elegidos-Cohén las fumiga-
34 No ignoramos que el papa Pío XII , que había visto ya renovarse , para él solo , el milagro de
Fátima , es decir , el sol girando en remolinos en el cielo (!?), afirmó que , cuando estaba enfermo . Jesús se le había aparecido a la cabecera de su cama , para cuidarlo y enseñarle . Cosa que el cardenal Tisserand , advertido del prodigio , había confirmado , burlón : «¿ Por qué no ? ¡ Son cosas de su edad !»
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