« Kepha ( Pedro ) dijo al mercader : " Éste es nuestro señor , ven a hablar con él de aquello en lo que tú consientes ".
» Entonces el mercader dijo a Jesús : " Salud , hombre poderoso y venerable , pareces un hombre importante y bien nacido ".
» Y el mercader miró el rostro de Tomás . Lo encontró más maduro que Mateo . Dijo : " Recibe el precio de éste , y dámelo ..." Jesús le dijo : " Dame tantas libras de oro por él ". Y el mercader consintió . Dijo a Jesús : " Escríbeme la venta ". Jesús escribió : " Reconozco vender a mi hombre ...".»
El fragmento acaba ahí . Es evidente que no es Jesús resucitado quien vende a Tomás , recibe a cambio « x » libras de oro y redacta el acta de venta . Pero es muy posible que fuera Simón-Pedro , con el asentimiento del misterioso taoma .
Porque los esclavos no tenían existencia legal . No eran más que bienes propios , al mismo título que animales domésticos , ganado , aves de corral , etc . El mercader o el amo , al pasar la frontera , declararían sólo tantos esclavos varones y tantas esclavas hembras , y pagarían el peaje proporcional a esa verdadera fortuna viviente y móvil , sin más . Pero esos seres no poseían ya ninguna identidad civil . Como Nerón no había abolido todavía las crueles costumbres antiguas , el mercader o el amo teman derecho de vida y muerte sobre sus esclavos ; y si estaban enfermos los podían abandonar al borde del camino , o echarlos fuera de la ciudad .
Pero a cambio de esto el taoma podrá pasar tranquilamente las fronteras de las tetrarquías , sin tropiezos , y sin nada que temer . Después , si tema valor para ello ( y a los zelotas eso era algo que no les faltaba ), se escaparía , a pesar de los terribles castigos reservados a los esclavos fugitivos y capturados . Y aún le quedaría otra posibilidad : la de que un judío de su secta lo comprara , a su vez , en su lugar de destino , si la comunidad zelota de allí había podido ser prevenida . Y eso no era en modo alguno imposible .
Observaremos , por cierto , que la sustitución del misterioso gemelo permitía obtener « apariciones » de un Jesús de tres dimensiones , que comía y bebía ( y con razón ), cosa que , efectivamente , un fantasma no habría podido realizar . Porque el hecho de comer y deglutir sobreentienden la existencia de órganos de digestión , y éstos implican órganos de evacuación .
Pues bien , después de la supuesta « ascensión » de Jesús al cielo , ya no hay más apariciones , o , mejor dicho , « materializaciones » en tres dimensiones .
Una vez desaparecido el taoma misterioso , cesan los prodigios de ese tipo . Cuando Saulo , en el camino a Damasco , pretende haber oído la voz de Jesús , que salía de una gran luz , no hay ninguna materialización en tres dimensiones .
244