3 . Celsus , amigo del emperador Juliano , su compañero de estudios en las escuelas de Atenas , alumno , amigo , admirador de Liba-nius , y a quien Juliano nombró gobernador de las provincias de Capadocia , y Cilicia , y pretor de Bitinia . Él es el autor del terrible Discurso Verdadero .
Lo citan Amiano Marcelino , Libanius y , en nuestra época , el escritor católico Paúl Allard en su obra Julien .
Si el Discurso Verdadero tenía como autor al precedente , si fue escrito en el año 180 , ¿ cómo es que los cristianos esperaron setenta años para responder a él ? ¿ Por qué los escritores cristianos de finales del siglo II y comienzos del III no hablan de él ? Porfirio , Melitón — obispo de Sardes —, Apolinar de Hierápolis , Atenágoras y Arísti-des ignoran ese escandaloso libro . ¿ Por qué ?
Porque fue escrito , para justificar lo que había decidido el emperador Juliano , por su amigo , el tercer Celso . Y no fue Orígenes ( muerto en el año 254 ) quien le respondió con el Contra Celso , sino un autor anónimo , que se ha convenido en llamar el pseudo Orígenes . Y la prueba reside en este pasaje :
« Creed que aquel de quien os hablo es realmente el Hijo de Dios , aunque haya sido atado vergonzosamente , y sometido al suplicio más infamante , y aunque , recientemente , haya sido tratado con la última ignominia ...» ( Pseudo Orígenes , Contra Celso .)
Ese « recientemente » designa evidentemente la apertura de la tumba que estaba cerca de Sebasta , en Samaría , y la incineración del esqueleto , mezclado con esqueletos de animales , y luego la dispersión de sus cenizas al viento . Ahora bien , esto tuvo lugar en agosto del año 362 , por orden del emperador Juliano .
Así pues , la tumba de Sebasta , abierta en aquella época , no era en modo alguno la tumba del Bautista ( como hemos demostrado en el capítulo 13 ), sino la tumba de Jesús , ya que Juan el Bautista no fue sometido al « suplicio más infamante » ( la cruz ), pues tuvo la muerte honrosa de la decapitación , reservada habitualmente a los ciudadanos romanos . Y tampoco se sostuvo jamás que fuera el « Hijo de Dios », título reservado a Jesús por sus seguidores .
Por último , y siguiendo con el tema de la existencia de un cadáver , que justifica la de una tumba , tenemos todavía un testimonio que data de los primeros años del siglo v , del año 408 al 411 .
Juliano , obispo de Halicamaso , durante una correspondencia que mantuvo con Severo , obispo de Antioquía , y durante tres años , sostuvo la teoría de la incorruptibilidad absoluta y permanente del cuerpo de Jesús .
En cambio , para Severo de Antioquía ese cuerpo había sido corruptible como todos los cuerpos humanos , y eso hasta que fue a sentarse a la diestra de su Padre , al cielo , es decir , hasta la Ascensión .
236