Jesús O El Srecreto Mortal de los Templarios | Page 228

En los Hechos de Teodoredo , el sacerdote Teodoredo declara a un funcionario imperial : « Tu tirano [ Juliano ], que espera que los paganos resulten vencedores ( las tropas de Juliano ), no podrá triunfar . Perecerá de tal manera que nadie sabrá quien le ha matado ... ¡ Y no regresará al país de los romanos !...»
En los mismos Hechos de Teodoredo se ve a un tal Libanius preguntando a un profesor cristiano : «¿ Y qué hace ahora el hijo del carpintero ?» A lo que el cristiano responde : « El Amo del Mundo , a quien tú llamas irónicamente el hijo del carpintero , está preparando un féretro ...»
En el año 362 , Juliano llega a Antioquía , procedente de las Galias y de su querida Lutecia . No disimula su intención de exhumar una tumba antes de emprender su guerra contra los persas . A partir de ese momento , en los medios cristianos las amenazas contra él no llevan disfraz :
« Nuestros dardos han hecho diana . Te hemos acribillado a sarcasmos , como otras tantas flechas ... ¿ Cómo te las arreglarás , valiente , para afrontar los proyectiles de los persas ?...»
Los cristianos rezaban y celebraban oficios para que se produjera la derrota del emperador . Dos de sus comensales , Félix y Julianus , habían muerto al mismo tiempo , a comienzos del año 363 , y anunciaban sin disimulos : « Ahora le toca a Augusto ...» Este hecho nos lo recuerda el historiador latino de origen griego Amiano Marcelino en su Historia , ( XXIII , 1 ).
La partida para la guerra contra los persas data de marzo del año 363 . Antes , en el 362 , en el mes de agosto , al enterarse de que los judíos de una cierta secta iban a ir en peregrinación a una tumba de Makron , en Samaría , « para adorar allí como un dios » a « un muerto » que había « resucitado ». Juliano estableció inmediatamente la distinción entre el cuerpo de Juan el Bautista , del que se pretendía que había sido enterrado por sus discípulos cerca de Sebasta ( la antigua Sichem de la Biblia ), y el de Jesús . 30
Es evidente que aquel al que denomina « el muerto », el que los judíos « adoran como un dios », y del que pretendían que había « resucitado », no es Juan el Bautista , que fue decapitado , a quien nadie en Israel adoró jamás como un dios , y de quien jamás se ha pretendido que hubiera resucitado . A quien Juliano designa con esas palabras es a Jesús .
Tanto más cuanto que la leyenda del Bautista precisaba que lo que sus discípulos habían conseguido llevarse a Samaría era solamente su cabeza , y lo que había en Sebasta era un esqueleto completo . Por lo
30 El Bautista , como hemos visto en el capítulo 13 , murió en Maqueronte , a orillas del mar
Muerto , y fue con toda certeza inhumado allí . Es evidente que la contusión con Makron , en Samaria , fue intencionada . Tenía como finalidad borrar las huellas de la permanencia del cadáver de Jesús en dicho lugar .
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