Jesús en una tumba correcta , propiedad o no de ese enigmático José de Arimatea .
Pero en el Góigota , eso no sólo es imposible , sino que en su proximidad no hay ningún cementerio judío ritual , sino algo peor .
En efecto , unas recientes excavaciones han permitido sacar a la luz , en ese sector : a ) hornos de incineración , reservados , evidentemente , a los griegos y a los romanos , deseosos de ver regresar sus cenizas a su patria en la urna funeraria tradicional , y por lo tanto partidarios , en vida , de la incineración postuma , cosa vilipendiada por el judaismo ; b ) osarios , que no podían ser sino las clásicas fosas comunes reservadas a los judíos indigentes , o análogas a la « fossa infamia » destinada a recibir los cadáveres de los judíos condenados a muerte . Porque , aunque los romanos restituían bastante fácilmente a su familia los cadáveres de los ejecutados , los judíos encerraban a éstos en « fosas infames », tapadas con una reja . Cuando los cuerpos habían sido totalmente descarnados por las ratas o los chacales , cuando no quedaba de ellos más que el esqueleto , los devolvían a la familia . Así , ahora queda planteado el problema con toda nitidez : — o el cadáver de Jesús fue inhumado en el Góigota , lugar oficial de su ejecución , y en ese caso fue encerrado a continuación en la « fosa de infamia », y entonces no hay nada de la tumba honorable , y en ese caso es que , efectivamente , fue crucificado como malhechor ( En su carta a Fotino , el emperador Juliano declara que Jesús tuvo por tumba la muy legal « fossa infamia ».)
— o bien fue inhumado en una tumba honorable y ritual , y en ese caso fue crucificado muy cerca , es decir , en el monte de los Olivos . Y a partir de ese momento la frase terrible de los Acta Pilan adquiere todo su relieve . Fue detenido con , y al mismo tiempo que , los dos bandidos « capturados con él ». Y uno se pregunta entonces qué podía tener en común un pretendido « dios encarnado » con asesinos y ladrones como Simón-Pedro y Judas Iscariote ( su hijo ), y con vulgares bandidos anónimos , como los dos ladrones .
De todos modos , hay que tener en cuenta que Jesús ya se esperaba la « sepultura infame », puesto que preveía que , de ser capturado por los romanos , sería crucificado . Tenemos la prueba en la parábola de los Viñadores ( Lucas , 20 ), en que éstos , después de haber dado muerte a los servidores enviados por el amo de la viña ( es decir , a los profetas ), matan al hijo del amo de la viña ( Jesús , rey legítimo , si no legal ), v arrojan su cadáver fuera de ésta , sin darle sepultura .
Sobre Getsemaní es posible que podamos obtener algunas precisiones útiles para concluir este capítulo , pues esta palabra , en hebreo ,
220