yen una especie de desafío y también de réplica por parte del orden romano a la rebelión zelota , así como a la delincuencia pura y simple , que a menudo va asociada a aquélla .
Por otra parte , nada nos prueba que el bosque y el monte de los Olivos no constituyeran , cerca de Jerusalén , lo que el bosque de Bondy constituyó , durante tan largo tiempo , a las puertas de París . Esto justificó , sin duda , la importancia de la expedición en el curso de la cual fueron capturados Jesús y los dos ladrones : la cohorte y su tribuno , o sea seis centurias de veteranos , mandadas por un magistrado militar con rango de cónsul y una tropa de auxiliares destacada por el Sanedrín , de doscientos soldados como mínimo . Ese monte de los Olivos y su bosque eran quizás , entonces , una especie de Cour-des- Miracles ( Corte de los Milagros ) a cielo abierto .
Era , efectivamente , una posición estratégica ideal para la vigilancia y un eventual asalto de Jerusalén . Flavio Josefo nos da un ejemplo en sus Antigüedades judaicas ( libro XX , VIII ), al recordarnos a ese « egipcio » que se había atrincherado allí con un verdadero pequeño ejército , y que fue derrotado por el procurador Antonius Félix hacia el año 58 de nuestra era , que se le adelantó en el ataque . Era , realmente , una posición clave :
« Desde allí ( el egipcio ), era capaz de tomar Jerusalén por la fuerza , de reducir a la guarnición romana y al pueblo de forma tiránica , sirviéndose de las gentes armadas a las que dirigía ...» ( Flavio Josefo , Guerras de Judea , versión eslavona , II , 5 , y He-c / 105,25,8-12 .)
Sobre la importancia de ese grupo insurrecto , los Hechos nos hablan de 4.000 sicarios , mientras que Josefo da la cifra , sin duda exagerada , de 30.000 . Pero aunque sólo fuera por la posibilidad de albergar a 4.000 combatientes , el monte de los Olivos justificaba la importancia de su ocupación por orden de Pilatos : un tribuno , seiscientos soldados de élite , doscientos milicianos como mínimo , sólo para la captura de Jesús y de su tropa . Pero entonces se impone una conclusión : Si Jesús no fue crucificado como un sedicioso político , es decir , cabeza abajo , si fue crucificado como un simple malhechor , cabeza arriba , el lugar de la crucifixión subraya este hecho .
El Sanedrín reprochaba quizás a Jesús sus ultrajes , sus herejías dogmáticas , su desprecio de las costumbres religiosas más imprescriptibles , pero Roma , a quien todo esto no le preocupaba lo más mínimo , le reprochaba algo muy distinto : latrocinios , crímenes , rac-ket , como ya hemos demostrado , a lo que se añadía la magia nociva .
Por consiguiente , al crucificarlo entre dos ladrones , capturados con él , en una encrucijada del camino que se dirigía hacia la región en la que proliferaban las bandas idénticas , a la vez a guisa de ejemplo y de desafío , Pilatos no hizo sino reforzar el carácter de derecho común puro ( y no político ), por el que condenó a Jesús al más infamante de
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