Admitiendo que la represión de ese procurador , en el monte Garizim , fue un error táctico , una torpeza , que habría motivado su reexpedición a Roma , la ejecución de Jesús no le fue jamás reprochada administrativamente . Y el mundo latino supo siempre a qué atenerse sobre los motivos reales y legales de su condenación .
Recordemos al emperador Trajano , que reinó del año 98 al 117 , y que , al interrogar a un jefe mesianista que « apeló al César », le preguntó , cortándole la palabra : «¿ Hablas de aquel al que Poncio Pilatos hizo crucificar ?» He ahí un sobresalto que da mucho que pensar .
¿ Habrá que citar a Maximino Daza , emperador que en los años 311 y 312 mandó fijar carteles en todo el imperio que dijeran los motivos legales de la condenación de Jesús ? Recordemos los términos que utiliza el escritor latino , y cristiano ardiente , Minucius Félix , en su Octavius , para resumir las objeciones habituales : « Un hombre ejecutado por sus crímenes sobre el madero funesto de la cruz ... adorar a un criminal y a su cruz ... ¡ No ! Pasar un hombre por un dios ... Y especialmente semejante culpable ...» Pues bien , Minucius Félix es , con Tertuliano , uno de los primeros escritores cristianos latinos , en el siglo ¡ ll . Hierokies , juez en Nicomedia bajo Diocleciano , encarnizado perseguidor de los cristianos , dice : « Un bandido ...» Los verdugos romanos causan horror . Pero , teniendo en cuenta las costumbres comunes a todas esas terribles épocas , hay que recordar que el palacio imperial de Nicomedia se había incendiado misteriosamente y había quedado totalmente destruido . Después , hacia el año 303 , en Siria , y en Asia Menor , cerca de Bagdad , en Seleucia , algunas personas habían intentado apoderarse del imperio , proclamando emperador al tribuno Eugenio . Pues bien , una gran cantidad de cristianos fueron capturados y encarcelados en el curso de esta persecución , en calidad de « rebeldes », según nos dice monseñor Duchesne en su Histoire Ancienne de 1 ' Eglise , tomo II , pág . 14 . Está muy claro .
Pero , concretamente , ¿ qué podían reprochar con certeza los romanos a Jesús ?
Antes que nada , debemos llamar la atención sobre el hecho de que Pilatos , procurador de Roma en esas regiones lejanas , representaba allí al cesar , en este caso a Tiberio , que no era precisamente un emperador bondadoso y candido . Además , Pilatos tenía como tarea esencial mantener el orden , pero el orden romano únicamente . Las acusaciones que se dice que los judíos llevaron ante el procurador contra Jesús no es posible que sean verídicas . Pilatos despreciaba a los judíos , como todo romano . Tenía para con ellos la mano dura , y Flavio Josefo nos dará numerosas pruebas de esta actitud .
¡ Pedirle al procurador de Roma la muerte de un hombre porque éste pretendía ser « hijo de Dios » equivalía a hacerse echar manu militan fuera del pretorio ! No olvidemos que numerosas familias romanas
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