El Claustro de San Vicente pertenecía a un monasterio de
Monjes Benitos que mostraba parte de su edificación sin
acabar, este Monasterio acabó desapareciendo en pleno
siglo XIX. Del fuerte, la mención se refiere al de San Cayetano. El maestro mayor, Alberto de Churriguera decide
acabar sus trabajos en la Catedral en octubre de 1738, y
debido al parón de la obra de la Plaza abandona la ciudad
de Salamanca para irse primero a Madrid y luego vivir en
Orgaz (Toledo), y allí trabajar en un encargo para la construcción de la Iglesia de Santo Tomás Apóstol.32 Es sustituido a cargo de la obras por su sobrino Manuel de Larra
Churriguera. La substitución, siendo oficial en las obras
de la Catedral, sin embargo no lo es en las de la Plaza.
Durante este periodo el corregidor García Ramírez de
Arellano cesa en su cargo, siendo substituido por Juan de
Hourlier. Los litigios fueron siguiéndose en diversos terrenos administrativos de Castilla, llegando hasta el máximo organismo de Justicia del Consejo de Gobierno. Finalmente éste falla a favor de la ciudad el 21 de octubre
de 1741. En el fallo se conmina a Manuel José Osorio para que venda el palacio a la ciudad. El 25 llega la real cédula a Salamanca, y se lee públicamente en el Consistorio
con gran algarabía. Las obras del Consistorio comienzan
de inmediato. La torre del palacio Grajal comienza a derribarse el 15 de junio de 1753.
Las obras continúan lentamente en el Pabellón Consistorial, así como en el ala de Petrineros hasta que el 27 de
junio de 1742 el corregidor Juan de Hourlier manda paralizar las obras debido a las quejas de dos vecinos: Juan de
Basanta y el dueño del Mesón de la Solana (este mesón
aparece en el comienzo de la obra titulada La vida de Lazarillo de Tormes33 ). Apenas florecían los machones de
la futura Casa Consistorial cuando se comienza una nueva
ronda de litigios con los vecinos del Pabellón Consisto-