JESUS GONZALEZ ROSADO Marzo 2015 | Page 28

el León de San Marcos), el Colegio Mayor de San Bartolomé, la Cofradía de los Caballeros Veinticuatro, las casas edificadas por el Ayuntamiento y en las que vivía el Comendador Bartolomé Cabeza de Vaca, la casa de la Universidad,20 la casa de la Encomienda de la Orden de San Juan, el palacio del conde de Grajal ya en la esquina final. Detrás del palacio condal, mediante acceso de una calle se encontraba el Mesón del Toro en propiedad de los monjes del Monasterio de Moreruela de Zamora. De una forma u otra todos los dueños se avinieron, bien a ceder mediante venta (siempre con derecho a balcón), bien a sufragar los gastos de construcción. Todos excepto los monjes del Mesón del Toro que alegaron mantener el acceso a su Mesón, no cortando la calle.19 Siendo de todos ellos el más obstinado Don Manuel José Osorio y Enríquez de Guzmán conde de Grajal. El conde mediante su agente Pedro de Rueda Osorio alegaba que se revisara el proyecto debido a que su palacio era de mejor traza que lo previsto, y si se 'alineaba' su fachada se causaba un gran daño a su imagen. Las alegaciones causaron el efecto deseado por el conde, y en el otoño de 1738 se paralizaron las obras por orden del Consejo de Castilla. La situación quedó en espera durante cerca de quince años, dando lugar al dicho popular en aquella época: