Cortés en sus Cartas de relación al emperador Carlos V
compara la plaza de la ciudad de Tenochtitlan ubicada en
mitad de una laguna salada con la Plaza de Salamanca por
su tamaño (segunda y tercera cartas).16 También Bernal
Díaz del Castillo compara el tamaño de la plaza de Tlatelolco con la salmantina.17
De la misma forma, la vertiente lúdica de la Plaza de San
Martín, es descrita por el sevillano Pedro de Medina en
1548.18 Demostrando que la Plaza era ya lugar de
reunión y punto de celebración de actos solemnes. Esta
nueva función de la plaza, más allá de su función mercantil, dio lugar a la necesidad de un espacio de convocatoria
y celebración. La necesidad de poseer balcones para poder contemplar los festejos de la Plaza dieron lugar a la
aparición de mesones como el Mesón de los Toros (propiedad de los monjes del Monasterio de Moreruela en
Zamora),19 y el Mesón de la Solana (propiedad en el siglo XVII de Antonio de Paz y Estrada).20 La centralidad
de la plaza la convierte en protagonista urbana.
Se sabe cómo era la disposición arquitectónica de la plaza
de San Martín en fechas anteriores a la construcción, debido a la existencia de planos realizados con el diseño de
la planta, y firmados por Manuel de Larra Churriguera en
1741. En el ala del lado de mediodía, denominado de San
Martín, se encontraba el comercio de frutas y hortalizas,
así como el de carnes y pescados. Los puestos de estos
productos se encontraban muy regulados por el Ayuntamiento: tanto en número como en la calidad de la mercancía que se encontraba a la venta. Las casas de esta zona hacían un perfil de media luna situando a la Iglesia de
San Martín en frente de las mismas. Debido a su disposi-