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EL INVERSOR INTELIGENTE
precaución, el paso de un extremo al otro es una fuerte señal de que se esperan problemas en el futuro. Esas personas no pudieron evitar pensar en el período alcista de mercado que tuvo lugar de 1926 a 1929 y sus trágicas consecuencias. No obstante, esos temores no han sido confirmados en la realidad. Ciertamente, el precio de cierre del DJIA en 1970 fue el mismo que seis años y medio antes, y los tan traídos y llevados « arrolladores años 60 » resultaron ser básicamente una serie de ascensiones a una sucesión de colinas elevadas que después se bajaban. En cualquier caso, no ha ocurrido nada ni con las empresas ni con las acciones que se pueda comparar al período bajista de mercado y a la depresión de 1929-;-1932.
El nivel del mercado de valores a principios de 1972
Teniendo ante nuestros ojos el resumen de las acciones, cotizaciones, beneficios y dividendos de todo un siglo, tratemos de extraer algunas conclusiones sobre el nivel 900 en el que se encuentra el DJIA y el nivel 100 en el que se encuentra el índice compuesto S & P en enero de 1972.
En cada una de nuestras ediciones anteriores hemos debatido sobre el nivel del mercado de valores en el momento de redacción, y nos hemos dedicado a dar respuesta a la pregunta de si era demasiado elevado para adquisiciones conservadoras. Al lector le puede resultar instructivo revisar las conclusiones a las que llegamos en estas ocasiones anteriores. No es en todos los casos un ejercicio de autoflagelación. Aportará una especie de tejido de conexión que vinculará las diferentes etapas atravesadas por el mercado de valores en los 20 últimos años, y también ofrecerá una imagen natural de las dificultades a las que se enfrenta cualquier persona que trate de llegar a una valoración fundamentada y crítica de los actuales niveles de mercado. En primer lugar, comencemos por reproducir el resumen de los análisis de las ediciones de 1948, 1953 Y 1959 que ofrecimos en la edición de 1965.
En 1948 aplicamos unos criterios conservadores al nivel de 180 en el que se encontraba el Dow Jones y no tuvimos dificultades para llegar a la conclusión de que « no era demasiado elevado en relación con los valores subyacentes ». Cuando abordamos este problema en 1953, el nivel medio de mercado de ese año había alcanzado el 275, un incremento de más del 50 % en cinco años. Volvimos a planteamos la misma pregunta, literalmente: « si en nuestra opinión el nivel de 275 para el Dow Jones Industrial era o no excesivamente elevado para una inversión sensata ». A la luz del espectacular ascenso que se produjo posteriormente, puede parecer extraño tener que declarar
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