inversiones inteligentes 1 | Page 78

EL INVERSOR INTELIGENTE sea negativo. Además, cualquier variación de su salario será más vívida y específica que el cambio generalizado de precios en el conjunto de la economía.3 De la misma manera, a los inversores les encantaba conseguir un 11% en sus depósitos a plazo en 1980, y están profundamente decepcionados obteniendo únicamente el 2% en 2003, aunque perdiesen dinero después de la inflación en aquella época y se mantengan en un nivel similar a la inflación en la actualidad. El tipo nominal que obtenemos aparece impreso en los anuncios del banco y en los pasquines que colocan en sus escaparates, y si ese número es elevado nos sentimos bien. Sin embargo, la inflación erosiona ese número elevado de manera subrepticia. En lugar de colocar anuncios, la inflación se limita a robar nuestro patrimonio. Por eso es tan fácil pasarla por alto, y por eso es tan importante medir el éxito de la inversión no sólo en función de lo que se obtiene, sino en función de lo que se conserva después de la inflación. En un plano aún más básico, el inversor inteligente debe estar siempre en guardia frente a cualquier cosa imprevista o subestimada. Hay tres buenos motivos para considerar que la inflación no ha muerto:  En un período tan reciente como el que va de 1973 a 1982 Estados Unidos experimentó uno de los períodos inflacionistas más dañinos de su historia. Medidos en función del índice de precios al consumo, los precios se multiplicaron por más de dos durante ese período, ascendiendo a un tipo anualizado de casi el 9%. Únicamente en 1979 la inflación alcanzó el 13,3%, paralizando la economía con el fenómeno que se conoció como «estanflación», que llevó a muchos comentaristas a dudar de que Estados Unidos pudiese competir en el mercado mundial.4 Los bienes y servicios que costaban 100 dólares a principios de 1973 costaban 230 dólares a finales de 1982, lo que reducía el valor del dólar a menos de 45 centavos. Ninguna persona que viviese en esa época bromearía con tal grado de destrucción del patrimonio; nadie que sea prudente puede dejar de protegerse frente al riesgo de que ese fenómeno se repita.  Desde 1960, el 69% de los países del mundo con economías orientadas al mercado han sufrido por lo menos un año en el que la inflación ha ascendido a un tipo anualizado del 25% o más. Como media, esos períodos de inflación han destruido el 53% de 3 Si se desea profundizar en las ideas sobre esta trampa del comportamiento, véase Eldar Shafir,Peter Diamond, y Amos Tversky,«Money Illusion,»en Daniel Kahneman y Amos Tversky,eds.,Choices, Values, and Frames (CambridgeUniversityPress,2000),págs.335-355. 4 Ese año, el presidente Jimmy Carter pronunció su famoso discurso sobre la «enfermedad» en el que advertía de la existencia de una «crisis de confianza» que estaba «afectando al propio corazón y al alma y el espíritu de nuestra voluntad nacional» y que «amenazaba con destruir el tejido social y político de Estados Unidos». 80